La Cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación ha querido rendir homenaje al imaginero Ramón Álvarez, depositando el pasado jueves un centro de flores en su sepultura del cementerio de San Atilano.
El gesto, que se repite cada año coincidiendo con la festividad de Todos los Santos, cobra en esta ocasión un significado especial, al cumplirse el bicentenario del nacimiento del artista, considerado el “padre” de la Semana Santa zamorana tal y como se le conoce.
Ramón Álvarez, autor de pasos emblemáticos como La Caída, La Crucifixión, La Verónica o la Virgen de la Soledad, dejó una huella imborrable en la imaginería procesional y en la identidad cultural de Zamora.
La Cofradía ha querido así mantener viva la tradición de recuerdo y oración, invitando a todos los cofrades y damas a rezar por el eterno descanso del escultor y a mantener viva su memoria.
En un año tan simbólico, Zamora y su provincia conmemoran los 200 años del nacimiento de Ramón Álvarez con diversos actos culturales y religiosos que ponen en valor la figura de un artista fundamental para entender la devoción, el arte y la historia de la Semana Santa zamorana.