miércoles. 24.04.2024
Varios aficionados escuchan las indicaciones del matador de toros zamorano Alberto Durán

Profesionales del sector reivindican para la provincia la formación de aficionados prácticos y novilleros

Zamora fue, de la mano de Manuel Martínez Molinero, el germen de la primera Escuela Taurina del país. Años después de un intento fallido de implantar una Escuela Taurina en la provincia, profesionales del sector reclaman un centro de formación para novilleros y aficionados prácticos. Así quedó patente ayer en Villalba de la Lampreana, que abrió sus jornadas taurinas con una sesión práctica de toreo dirigida por el matador de toros Alberto Durán a la que siguió una animada mesa redonda.

Participantes en el coloquio taurino de Villalba de la LampreanaLos capotes y las muletas convirtieron la Plaza Mayor de Villalba de la Lampreana en una improvisada plaza de toros donde los aficionados y jóvenes de la comarca soñaron por unos instantes el toreo. Carretones y cuernas suplieron a los astados de las mejores divisas mientras los jubilados del pueblo y un puñado de curiosos sentados en los bancos eran el mejor tendido. Allí, el matador de toros Alberto Durán dirigía unas clases prácticas a los asistentes, que comprobaban en carne propia lo que cuesta mover un capote o el peso de una muleta y la importancia de la muñeca, allá donde reside el alma del toreo.

Alberto Durán dirige una sesión práctica de toreoA la sesión práctica siguió una mesa redonda, organizada por el Ayuntamiento a través del concejal y aficionado Guillermo Gómez e integrada por el diestro Alberto Durán, el banderillero Javier Gómez Pascual y el banderillero Diego Luna, quienes coincidían al destacar las dificultades añadidas que entraña para un joven abrirse paso en el mundo del toro en una provincia como Zamora, donde exsten buenos aficionados y una gran tradición (sobre todo en festejos populares) pero que no cuenta con un centro de formación, lo que obliga a quienes sueñan con ser toreros a desplazarse a la vecina Salamanca o a "buscarse la vida" por su cuenta de la mano de profesionales ya retirados, como ocurre en Villalpando con el maestro Andrés Vázquez, quien no escatima tiempo ni esfuerzos para inculcar el veneno del toreo a los jóvenes de la comarca que entrenan a su lado.

Un momento del coloquioEn este sentido, tanto Alberto Durán como Javier Gómez Pascual y Diego Luna coincidieron al señalar la necesidad de implantar en Zamora un centro de enseñanzas taurinas -no Escuela oficial como tal- que podría ser dependiente de otra (como, por ejemplo, la vecina Escuela de Salamanca, que se desplaza a localidades como Alba de Tormes o Vitigudino), que serviría para afianzar la afición de los zamoranos y proyectar a aquellos niños y jóvenes con posibilidades de llegar a ser profesionales. Además, se valoró de forma muy positiva el proyecto del Plan Nacional Pentauro que contempla homologar los estudios en una Escuela Taurina a los de otros centros de enseñanzas homologadas.

Un momento difícil

La reducción de festejos y la supresión de ferias conforman un panorama en el que es difícil que un profesional del toreo pueda abrirse paso en su propia tierra, con apenas una corrida en la feria de la capital y en un tiempo especialmente difícil por la crisis que atraviesa el sector. Con una brillante alternativa aún en la memoria de los aficionados, Alberto Durán espera que la de 2014 pueda ser la temporada de la confirmación de su alternativa en Madrid y estar presente en los carteles de San Pedro, después de que la afición zamorana respaldase masivamente su doctorado el pasado año.

Javier Gómez Pascual - miembro de la directiva de la Unión Nacional de picadores y Banderilleros y en la actualidad a las órdenes de Juan del Álamo, aunque también integra las cuadrillas del propio Durán o Matías Tejela, entre otros- resaltó el menor número de festejos y mayor número de profesionales de plata, así como el nuevo convenio, además de las dificultades que entraña poner de acuerdo a todos los sectores que convergen en la tauromaquia como empresarios, matadores, cuadrillas y ganaderos y mostró su confianza en el Plan Pentauro para la unión y promoción del sector.

En cuanto a Diego Luna, el joven expuso las dificultades de quienes sueñan con abrirse un hueco en el mundo del toro sin ayudas ni contratos, en un tiempo especialmente difícil por la supresión de novilladas y festejos de promoción.

Con el recuerdo de sus respectivas vocaciones -sustentadas en el ambiente familiar y en el entorno, ya que los tres provienen de localidades de gran tradición taurina como Villamor de los Escuderos, Guarrate o Villalpando- y consicentes del gran camino que aún queda por recorrer, en el que destacaron el papel activo que ha tomado el Foro Taurino de Zamora, la mesa redonda finalizó con un animado coloquio con los presentes y un deseo: que Zamora pueda contar con un centro de enseñanzas taurinas, que merece por historia y por afición.

Un centro de enseñanza taurina para Zamora