El delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, Fernando Prada, ha explicado la situación de los médicos internos residentes (MIR) y su impacto en la atención sanitaria de la provincia, especialmente en zonas rurales como Sanabria, Aliste y Fuentesaúco.
Fernando Prada ha recordado que el pasado viernes coincidieron dos acontecimientos relevantes: la llegada de nuevos médicos MIR al Hospital Virgen de la Concha para iniciar su formación, y la finalización del proceso formativo de los residentes salientes, a quienes se les ha ofrecido una serie de plazas que deberán valorar y resolver antes de mediados de julio.
En cuanto a la cobertura de plazas en zonas rurales, Fernando Prada ha explicado que algunos de los médicos que trabajaban en Sanabria y otras comarcas eran extracomunitarios que ocupaban plazas MIR. Al obtener una plaza MIR en otro lugar para continuar su especialización, cesaron en sus puestos actuales, aunque, según Prada, las vacantes fueron cubiertas de forma inmediata por la Gerencia Sanitaria de Zamora, garantizando la continuidad asistencial.
Además, ha señalado que tres médicos MIR asignados a Zamora decidieron no incorporarse, bien por no responder a la llamada de asignación o por no presentarse, lo que no se considera una situación alarmante, según la Junta.
El delegado ha subrayado el compromiso del Gobierno autonómico con la fidelización del personal médico en la provincia. Para ello, la Junta ofrece incentivos económicos de entre 2.000 y 4.000 euros dentro de un programa de fidelización dirigido especialmente al ámbito rural. Este plan permite compatibilizar el trabajo en centros de salud rurales y urbanos durante los primeros años de ejercicio profesional, o centrarse únicamente en zonas rurales, siempre con un contrato de tres años de duración.
“Estamos trabajando para que esos médicos que se han formado aquí quieran quedarse. El objetivo es que, en julio, esas plazas se consoliden y se garantice la estabilidad del personal sanitario en Zamora”, afirmó Prada.