jueves. 07.12.2023

El retorno de Baltasar Lobo sigue pendiente en el 28 aniversario de su muerte

Baltasar Lobo murió en París el 3 de septiembre de 1993. A pesar de la dureza de su vida de exiliado, nunca quiso aceptar la nacionalidad francesa que le ofrecían ni renunciar a la española. En 1960, el Museo de Arte Español Contemporáneo organizó en Madrid una importante exposición de Lobo en Madrid, aprovechando el regreso de las obras, que regresaban de su exposición en el Museo de Bellas Artes de Caracas.

Baltasar lobo
Baltasar lobo

En los años 80, se produjo un acercamiento a su tierra, a través del encargo de la Caja de Ahorros Provincial de Zamora de un monumento a León Felipe y la posibilidad de hacer un museo en la ciudad dedicado a su obra. Se malogró la gran donación que Lobo quería hacer a la ciudad y solo quedaron 25 esculturas de gran formato que se habían expuesto en la 8ª Bienal de Escultura Ibérica Contemporánea. Baltasar Lobo no pudo ver cumplido ese sueño y arrastró una profunda tristeza hasta su muerte.

En 1999, el Ayuntamiento de Zamora y los herederos del escultor firmaron un acuerdo para trasladar a Zamora las obras de su taller de París (más de 700) y de la Fundición de Bonvicini en Verona (37 escayolas de gran formato), con el compromiso por parte del Ayuntamiento de abonar los impuestos de sucesión y hacer un museo definitivo para albergar y difundir su obra. En 2004, se crea la Fundación Baltasar Lobo para impulsar esta colección pública a través de la colaboración institucional de Ayuntamiento (titular de las obras), Diputación Provincial, Junta de Castilla y León y Ministerio de Cultura.

Transcurridos 28 años de la muerte de Lobo, Zamora sigue en deuda con este artista, nuestro escultor contemporáneo más internacional: no se ha conseguido la colaboración de las instituciones y su incorporación al Patronato de la Fundación Baltasar Lobo, en el que están solos Ayuntamiento y familia del escultor, sigue pendiente la construcción de una sede museística definitiva para esta importante colección pública y no se han trasladado a Zamora las obras de la Fundición Bonvicini en Verona (Italia).

Lobo recibió importantes premios y reconocimientos en Francia, España y Venezuela: Premio André Susse de Escultura (1958), Premio Jacques Lenchener (1974), Premio Oficial de las Artes y Letras de Francia (1981), Premio Nacional de Artes Plásticas de España (1984), Premio de Artes Plásticas de Castilla y León (1985), Orden Andrés Bello del Gobierno de Venezuela (1989) y Medalla de Oro Susse Fréres Fondeur (1990).

El retorno de Baltasar Lobo sigue pendiente en el 28 aniversario de su muerte