Este lunes 25 de noviembre la Plaza Mayor de Zamora se tiñó de reivindicación durante el acto organizado por la Coordinadora Feminista con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. A las 20.30 horas, decenas de personas se congregaron para rendir homenaje a las víctimas de violencia de género y alzar la voz contra esta lacra social.
El acto comenzó con una serie de lecturas que recordaron los nombres y vidas de las mujeres asesinadas, acompañadas por la música de Ana Castro, que aportó un tono solemne y emotivo a la velada. Al finalizar, se leyó un manifiesto que llamó a la acción colectiva.
"Este año, en cifras oficiales, ya hay 42 mujeres asesinadas y en cifras no oficiales, 84. Esto no se va a acabar nunca mientras toda la sociedad no se implique de verdad", destacó Lola Estévez, miembro de la Coordinadora Feminista, durante su intervención. Sus palabras resonaron con fuerza entre los asistentes, muchos de los cuales portaban carteles reivindicativos y en memoria de las víctimas.
Estévez también apeló a la responsabilidad compartida de hombres y mujeres: "Como mujeres, madres, hermanas, y también como hijos, padres y hermanos, debemos ponernos las pilas. Ya está bien. Esto nos compete a todos."
A pesar de la solemnidad del homenaje, Estévez no ocultó su preocupación por la disminución en la participación en este tipo de actos en los últimos años, algo que atribuyó a la creciente polarización política. "La sensación es que en los últimos años el tema político ha contaminado un poco toda esta movilización. Cada vez tiene menos gente, es menos masiva."
La Coordinadora Feminista quiso dejar claro su carácter apartidista: "Somos apartidistas, que no quiere decir que seamos apolíticas. Lo personal es político, todo es política, pero desde luego no estamos alineadas con ningún partido."
El acto, descrito por la propia organización como "simbólico, bonito y de denuncia", sirvió como un recordatorio de las vidas truncadas y como un llamado a la acción para combatir la violencia de género. La Plaza Mayor de Zamora, iluminada por las voces de los asistentes, se convirtió en un espacio de memoria y reivindicación en el que el mensaje fue claro: la lucha continúa.
Este fue el manifiesto que se leyó en la Plaza Mayor de Zamora
Que la vergüenza cambie de bando.
Que se avergüencen los que inician las guerras en las que las mujeres somos usadas como otro campo de batalla que dominar, que se avergüencen quienes permiten que continúe la masacre de Ucrania y el genocidio Palestino. Que se avergüencen los que han prohibido hablar y cantar en público a las mujeres afganas, no les bastaba con hacerlas invisibles bajo los burkas, ahora también mudas.
Que se avergüencen los gobiernos occidentales que permiten que esto ocurra. Que se avergüence el que droga a su mujer y cuando está inconsciente la subasta y vende su cuerpo por las redes, que se avergüence quien lo compra y quien lo usa. Que se avergüence el que consume mujeres prostituidas, niñas, mujeres en avanzado estado de gestación, mujeres y niñas con discapacidad… encerradas en pisos y burdeles, expuestas como mercancía en las calles, violadas 12, 15, 20 veces por día. Pero también los que le ríen la “broma” a los puteros, y justifican la necesidad de la prostitución, o argumentan que ellas lo hacen libremente. Que se avergüencen los que compran pornografía asquerosa y denigrante, que utiliza de forma vejatoria la imagen y el cuerpo de las mujeres, quienes disfrutan y comparten esas formas de tortura. Que se avergüencen los que violan, solos o en manada, los que miran y ríen, los que miran y callan. Quienes comparten los vidios, aunque no los vean.
Que se avergüencen los que no aceptan un no, los que insultan, coaccionan, manipulan y machacan. Que se avergüence el que acosa y utiliza su poder para salirse con la suya. Los que conocen el acoso y callan, o mejor aún se auto justifican echándole la culpa a ella, y siguen dando palmaditas en la espalda al abusón. Los empresarios pederastas que abusaban de niños y niñas en Murcia, pero que se avergüencen más aún, los jueces misóginos y patriarcales que han permitido, la suspensión de la ejecución de las penas de prisión, a cambio de que no vuelvan a delinquir. Que ascazo de justicia, que culpabiliza a las víctimas, y no repara los daños. Estaremos pendientes de lo que pasa en Zamora. Que se avergüencen los que humillan, los que vejan, los que agreden, los que hieren. Los que torturan, los que matan. Pero también, quienes lo saben y se callan, quienes escuchan llorar a su vecina y no hacen nada, quienes no le vuelven la cara al agresor al día siguiente y piensan que a pesar de todo es un tío simpático. Quienes ven los moratones y miran para otro lado. Quienes justifican la violencia, o dicen que no existe. Quienes no asumen su parte de responsabilidad en casa y cargan con dobles y triples jornadas a sus compañeras, perpetuando los roles que asumirán sus hijos e hijas.
No se acabó, la realidad nos pone delante unas cifras que producen miedo y vergüenza, 41 mujeres asesinadas en 2024 en cifras oficiales, 83 cifras no oficiales. De todas las edades, una niña de 15 años, a manos de un asesino de 17… 83 asesinos, 83 misóginos, 83 machistas, rodeados de GENTE, VECINOS, AMIGOS, FAMILIARES… Que se avergüencen los que no han querido ver. Quizá sería bueno que empecemos por no auto engañarnos. No vivimos en una sociedad igualitaria, queda muchísimo por hacer, no basta solo con los gestos, hace falta: mas compromiso y mas recursos. Pero también que toda la ciudadanía sea consciente, que cada cual asuma su responsabilidad para atajar las diferencias, para hacer su parte, para poner fin a la desigualdad y a la violencia. Por vosotras, por nosotras por todas BASTA YA