María Pedrero, la madre de África, la pequeña zamorana de seis años con el síndrome de Rett, se quieren trasladar a Zamora porque la pequeña comenzará sus clases en un colegio especial. Sin embargo, se ha convertido en un quebradero de cabeza.
África, con esta enfermedad rara, un trastorno grave del neurodesarrollo de origen genético que ocurre casi exclusivamente al sexo femenino y que conduce a una discapacidad grave que afecta a casi todos los aspectos de la vida de la persona: su capacidad para hablar, caminar, comer e incluso respirar de forma normal, necesita cuidados especiales. Entre ellos, la presencia de Link, su perro de terapia. Y ahí es donde radica el problema.
“En pleno siglo XXI, no encontramos piso en dónde Link, mi fiel amigo, acompañante y perro de terapia no lo dejen entrar. Más bueno, y se convierte en un peluche”, ha explicado Pedrero en sus redes sociales. Y no es la primera vez. Esta situación se repite. Es una odisea encontrar un alquiler teniendo animales de compañía.
Para la comodidad de la pequeña, la familia necesita un piso de tres habitaciones, baño, cocina y ascenso y, por supuesto, que sea accesible. Un quebradero de cabeza para esta familia que está a las puertas de que la niña empiece las clases.
