En una conmovedora y solemne celebración, los niños y niñas de Zamora se unieron a la tradicional misa de Nochebuena en la Catedral, presidida por el obispo y destacando un momento emotivo: la bendición de la imagen del Niño Jesús, acercada con fervor por los pequeños hasta el altar, en una ceremonia dirigida por monseñor Valera.
El obispo, en presencia de la comunidad parroquial, dirigió una misa especial con un mensaje de amor, esperanza y unidad para todos los presentes.
La parte más conmovedora de la tarde fue cuando monseñor Valera, en un gesto de profundo significado espiritual, bendijo la imagen del Niño Jesús, llevada hasta el altar por los propios niños y niñas asistentes a la celebración. La inocencia y devoción de los pequeños se fundieron en ese instante con la solemnidad del momento, creando un encuentro entrañable que resaltó la importancia de la fe y la unión familiar en estas fechas tan especiales.
El gesto de acercar la imagen del Niño Jesús al altar, seguido por la bendición especial de monseñor Valera, simbolizó la esperanza y la renovación espiritual que trae consigo la Navidad, recordando a todos los presentes el verdadero significado de esta festividad: el nacimiento de Jesús y el mensaje de amor y paz que trae al mundo.
Los niños y niñas de Zamora, protagonistas destacados en esa tarde tan significativa, compartieron momentos de reflexión y devoción, resaltando la importancia de mantener viva la esencia de la Navidad en los corazones, y recordando que la fe, la unión familiar y la generosidad son valores fundamentales en estas fechas.
