Las Cabalgatas de Reyes son uno de los eventos más esperados del año, pero también pueden implicar riesgos si no se toman las precauciones necesarias. La presencia de carrozas en movimiento, la gran afluencia de público y la emoción de los más pequeños al recoger caramelos hacen que extremar la seguridad sea fundamental.
Para evitar incidentes, muchas ciudades refuerzan la presencia de agentes de Policía Local, Protección Civil y seguridad privada, encargados de evitar que los niños se acerquen demasiado a las carrozas. En algunas, incluso, se ha establecido que los caramelos solo se repartan cuando el desfile se detiene, reduciendo así el riesgo de atropellos.
La vigilancia por parte de las familias también es clave. Se recomienda que los menores permanezcan siempre acompañados, eviten cruzar la calzada y lleven ropa con elementos reflectantes en cabalgatas nocturnas.
Además, la seguridad de las propias carrozas es un aspecto esencial: deben contar con barandillas y anclajes adecuados para evitar caídas de los participantes. Con estas medidas, la ilusión y la magia de la noche de Reyes pueden vivirse sin sobresaltos.