"Por supuesto que si ese sobrecoste o inversión adicional es precisa la asumiríamos". Con estas palabras el portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, manifestaba el firme compromiso por parte del Ejecutivo regional de tratar de poner fin a la paralización de las obras del nuevo Museo de Semana Santa tras las exigencias por parte de la UTE constructora que solicita un incremento del coste de la obra que podría rondar los dos millones de euros, esto es, entre un 10 y un 30% del valor total de la obra.
"Reafirmamos nuestro compromiso con su realización, con su finalización y estamos dispuestos a asumir algún sobrecoste o un coste adicional que precisara la obra. Por supuesto, si esa inversión adicional es precisa la asumiríamos". Con estas palabras Carriedo aseguraba a la pregunta formulada por un medio zamorano que la implicación de la Junta es total, si bien deberán ser los técnicos los que estimen si ese sobrecoste es pertinente o no.
Y es que desde el fin de las excavaciones arqueológicas, la obra no avanza y se mantiene en un proceso de paralización "por problemas técnicos" según la empresa pero que apunta a la necesidad de realizar un alza presupuestaria en base a la modificación del proyecto tras la aparición de una atarjea (colector de aguas residuales histórico). La modificación del proyecto que pasa por una recanalización y posterior traslado, así como apuntalar la casa vecina.
Carriedo ha precisado que la Junta apostaría las inversiones adicionales que requiere la empresa siempre y cuando sean pertinentes y no planteen los técnicos soluciones alternativas.