Incompetencia sanitaria, positivo en un traslado Zamora-Salamanca sin conocimiento de los TES, ¿cómo no va haber positivos entre los sanitarios?

La incompetencia en las administraciones y las absurdas decisiones entre las empresas contratadas por la administración a veces dan ejemplos a no seguir como el ocurrido el pasado jueves en un traslado rutinario de Zamora a Salamanca con una persona con positivo en COVID-19. Nada extraño al no ser porque los sanitarios que llevaban al enfermo no sabían que era positivo.

El caso surge cuando en un traslado de un paciente con una cadera rota a Salamanca, en mitad del trayecto el médico que acompañaba la unidad, el enfermero y el Técnico de Emergencias Sanitarias conocen el positivo en COVID-19 del paciente. Una tesitura en la que si se hubiera contado con el equipo EPI pertinente no habría habido ningún problema, porque hubiera sido fácil ponerse los trajes y posteriormente hacerse las pruebas que a día de hoy aún no se han practicado, todo un desastre en el apartado de seguridad e higiene en el trabajo.

En la tesitura de qué hacer y qué protocolo seguir, los integrantes de la unidad tuvieron que avisar al Servicio 112 para conocer qué hacer y así llevar a cabo el protocolo de seguridad pertinente. Sin más dilación los encargados del traslado llegaron a Salamanca donde entregaron al paciente con su cadera rota y advirtieron del positivo a sus compañeros que esperaban el traslado. 

Nada lógica es la actitud de la empresa Ambuibérica que ha apelado a la buena fe de médico, enfermera y TES, a los que aún aunque tendría que ser de oficio se les debería haber retirado del servicio directamente y tendrían que haber sido sometidos a los análisis pertinentes.

Pues nada más allá de la realidad y de la necedad humana, los profesionales ni han sido retirados ni siquiera han sido analizados según cuenta CGT de la citada Ambuibérica, empresa que ya ha sido advertida de malas praxis en varias ocasiones, una muesca más en la culata del revólver en este caso ya que nada se sabe de los sanitarios que han podido quedar infectados por la negligencia en inicio de la falta de comunicación en el traslado y posteriormente en la falta de ética profesional y seguridad en el trabajo al no haber apartado del servicio a los profesionales con el riesgo que supone el contagio a otros sanitarios y o a sus familiares.

Recordemos que España es el país número uno en infecciones entre sanitarios de este COVID-19. Las negligencias provocan contagios, en este caso esperemos que las PCR que aún no se han practicado se lleven a cabo cuanto antes si bien desde el jueves y con una media de 80 contagios por portador el desastre puede haber sido mayúsculo.

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