Las obras del Puente de Piedra “nunca estuvieron paradas oficialmente como tal” aunque las canalizaciones en el puente generaron la necesidad de un desvío sí hicieron que los trabajos tuvieran que mantenerse en ‘stand by’ durante una semana; mientras se redacta un proyecto para abordar la situación.
Durante la retirada de la barandilla, indispensable en el proceso de rehabilitación, varios sillares del puente se desprendieron, evidenciando la importancia de estos trabajos. A pesar de este contratiempo, la obra no se detuvo, enfocándose en reponer los sillares perjudicados por filtraciones de agua.
El concejal de infraestructuras, Pablo Novo, advierte sobre la “posibilidad de un retraso” debido a estos imprevistos. Sin embargo, el compromiso con la restauración del puente, símbolo inequívoco de la ciudad, sigue firme.
La inversión total de 1.493.759,30 euros, a cargo del Ayuntamiento de Zamora, abarca el desmontaje completo de la barandilla metálica y la construcción de un nuevo pretil de piedra acorde con el carácter del Puente de Piedra. Además, se contempla la reposición del pavimento, adaptándolo a su función principal como vía peatonal, y la instalación de nueva iluminación sobre el pretil.
La magnitud de la obra se refleja en la retirada de farolas, vallas, pletinas longitudinales, losas en las aceras y la demolición de la pavimentación actual y la solera de hormigón, hasta una profundidad de 25 centímetros. Esta intervención busca preservar y realzar la belleza histórica del puente, asegurando su perdurabilidad como un elemento icónico de Zamora.
