viernes. 29.03.2024
glutaferro
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El bebé de un matrimonio zamorano de 7 meses de edad era diagnosticado con una enfermedad desde su nacimiento.  Se se trata de la enfermedad fibrosis quística. Una enfermedad que le lleva a tomar medicamentos visados especialmente por la farmacia del Hospital y donde hay que ir a recoger los citados fármacos.

Pablo Miguel es el padre de Lobo Miguel el bebé que sufre esta enfermedad que obliga a sus padres a recoger en la farmacia del Hospital Virgen de la Concha varios medicamentos para el tratamiento de su hijo.

El caso es que el pasado viernes en torno a las 18:00 horas le fue dispensado el medicamento a la familia del bebé. Al llegar a casa e intentar ponerse a administrar el medicamento al bebé que tiene prescrito esta solución en su tratamiento advirtieron que la caja del medicamento les anunciaba la mala noticia de que estaba caducado. Algo que alarmó a los padres sobremanera y que enseguida llamaron a su médico para dar a conocer la noticia. El medicamento podría ser administrado, pero inmediatamente cambiado por uno en condiciones lógicas de consumo.

Pablo advierte que pondrá una queja ya que no entiende como en las farmacias "normales" hay un protocolo de actuación y retirada de los medicamentos que se vayan a caducar tanto al mes en curso como al siguiente, ya que por responsabilidad y por cuidado del paciente nada puede escaparse a los tratamientos, y más en este caso a un niño o bebé con fibrosis quística.

"Nosotros en casa nos andamos con todo el cuidado del mundo con y por Lobo, como responsables de una vida, pero parece ser que aquí hay más de un fallo en cadena" Pensamos sobre todo en el laboratorio que no retira el medicamento caducado, la falta del control en el stock y la falta también de revisión de quien expende o dispensa en este caso el medicamento y más siendo a un bebé con serios problemas de salud.

Denunciamos el hecho y hemos puesto la queja en atención al paciente a parte de devolver las medicinas y lo hacemos para que al menos se tomen medidas de control en la administración y en los medicamentos que se sirven de esta manera, ya que el control en este caso ha brillado por su ausencia. Sabemos que no hubiera pasado nada de haber administrado el medicamento al niño, pero esperamos que no pase más ya que pensamos que ha podido ser un fallo puntual pero doble. Puesto que los dos frascos de Glutaferro estaban caducados uno del mes de agosto pasado pero el otro del mes de abril.

La farmacia del HVC de Zamora administró un medicamento caducado a un bebé de 7 meses