En un giro del destino meteorológico, Valladolid decidió probar cómo se siente ser Zamora, Cáceres dejó de ser tierra adentro y abrazó su lado más playero, y León decidió tomarse unas vacaciones improvisadas en Castilla La Mancha. ¿La culpable? Una ráfaga de viento travieso que decidió hacer estragos hasta en los mapas de Cuatro en la previsión del tiempo de este miércoles.
En esta inusual versión del que podría ser el 'Día de los Inocentes' meteorológico, los habitantes de Valladolid despertaron para encontrarse en una especie de espejo zamorano. ¿Cómo se siente el cambio de escenario? ¿Las palomas zamoranas son más amigables? ¿La Plaza Mayor de Zamora tiene el mismo encanto? Las preguntas son infinitas, y los vallisoletanos se preguntan si podrían acostumbrarse a este intercambio de identidad geográfica.
Mientras tanto, en Cáceres, la población está sacudiendo la arena de sus zapatos y desempolvando sus trajes de baño, ya que su ciudad se transformó mágicamente en una playa improvisada. El clima ha adoptado un aire más tropical, y los cacereños se preguntan si deberían empezar a practicar surf en la Plaza Mayor o simplemente disfrutar de un día de sol como si estuvieran en la costa.
Pero la gran sorpresa llegó para los leoneses, quienes descubrieron que su provincia decidió hacer una escapada espontánea a Castilla La Mancha. Que quizás se enteraron por la aparición de molinos de viento que nunca antes habían salido en su paisaje leonés o la tentación de probar el queso manchego. En medio de la confusión geográfica, los mapas en la previsión del tiempo se convirtieron en una versión caprichosa de 'Dónde está Wally', donde encontrar tu ciudad se volvió un juego.