"Declarar la Tauromaquia patrimonio cultural abre puertas y acaba con muchos prejuicios"

photo_camera Miguel Abellán interviene hoy en un coloquio organizado por el Foro Taurino en el Museo de Zamora. (Foto:SilviaOllos)

El torero Miguel Abellán participa esta tarde en un coloquio con el ganadero Moisés Fraile, propietario de El Pilar

El torero Miguel Abellán (Madrid, 1978) participa esta tarde a las 20 horas en el Museo de Zamora en un coloquio junto al ganadero Moisés Fraile, propietario del hierro de El Pilar y uno de los pilares del campo charro. El acto, organizado por el Foro Taurino, se encuadra en la exposición de los fondos de fotografía taurina de la Filmoteca de Castilla y León. Aunque al coloquio estaba prevista la asistencia del diestro Juan José Padilla, una reciente intervención le impide desplazarse a Zamora por prescripción médica, si bien el torero jerezano mantiene su compromiso de participar en un encuentro con la afición zamorana en breve.

El torero madrileño regresa a los ruedos tras un paréntesis. (Foto:Juan Pelegrín)Cara eterna de niño y corazón de león. Sangre de león, tan caliente que hubo un día en que fundió los tendidos de Las Ventas como una promesa y salió en volandas por Madrid rozando el cielo.

Lleva por vía paterna el veneno del toro en las venas y conoce el dolor de la herida, las luces y las sombras, el esfuerzo, la soledad del campo y de la encina más allá de los platós de televisión, cuando el baile se transforma en quietud y suena la música callada del toreo y las zapatillas se clavan en la arena. Mira quién baila; mira si baila, tan torero, que baila con la muerte en una danza tan antigua como inexplicable, al compás del aire, cuando el ruedo es el mundo y no existe nada más allá.

Es Miguel Abellán, blanco y plata, blanco y oro, blanco y azabache, blanco siempre, que esta temporada regresa a los ruedos tras un paréntesis en el que ha ejercido como comentarista para Canal Plus Toros, siempre cerca de lo que es su vida y su pasión: el toro.

-¿Cómo afronta Miguel Abellán este regreso a los ruedos?

-Sobre todo con mucha ilusión por volver a vestirme de luces. Soy consciente de que va a ser una temporada muy difícil y muy dura, pero también muy bonita y no por ello menos ilusionante. Todo el sector atraviesa un momento muy duro, la crisis está afectando a todos los estamentos, pero por encima de todo estoy lleno de ilusión y con muchas ganas de volver a estar en la cara del toro.

-Regresa y lo hace apoderado por el zamorano Julián Guerra, que conoce el toreo como la palma de su mano. Que es torero, porque nunca se deja de serlo. ¿Cómo surgió el apoderamiento?

-Con Julián me une una muy buena relación profesional y una amistad desde hace muchos años. Surgió la idea de que podría ser mi apoderado, hablé con él y decidimos tirar para adelante. Me hace mucha ilusión porque Julián es un enamorado de este mundo, lo conoce perfectamente, lo siente, vive por y para el toro.

-Quizá sea pronto para hablar, pero en estos meses los despachos hierven y toman forma las grandes ferias. ¿Puede adelantarnos algo de cómo va a ser su temporada?

-Prefiero no adelantar nada, aunque sí es claro que voy a estar en Arles, en la corrida de la primavera de Brihuega y espero que también en Sevilla y Madrid...pero aún hay que concretar y no es bueno lanzar las campanas al aire antes de tener las cosas hechas. Espero que las cosas salgan bien y con esa ilusión afrontamos la temporada.

-Hace apenas unos meses la Tauromaquia era declarada Patrimonio Cultural Inmaterial. Precisamente su presencia en Zamora tiene que ver con una de las vertientes culturales de los toros, como es la fotografía a través del tiempo. ¿Cómo valora iniciativas de este tipo?

-Todo lo que se haga para dar a conocer el mundo del toro es positivo. Los que amamos esta profesión, los que la conocemos desde dentro, ya sabíamos que los toros son una parte indisoluble de la cultura de España. Pero que esto se reconozca oficialmente es bueno; de cara al exterior abre muchas puertas y acaba con muchos prejuicios. Es un acierto y un beneficio que los toros se reconozcan como patrimonio cultural y que este reconocimiento lleve aparejadas actividades de este tipo abiertas al público.

 

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