El incendio forestal comenzó a las 00:50 horas en Rabanales, municipio perteneciente a Grisuela. Las autoridades sospechan que el fuego podría haber sido intencionado. Al lugar acudieron rápidamente nueve medios de extinción, entre ellos dos agentes medioambientales, tres cuadrillas terrestres, dos autobombas y un bulldozer.
Las llamas se expandieron rápidamente, favorecidas por el viento, lo que llevó a desplegar amplios recursos para contener su avance. Aunque el incendio fue controlado tras varias horas de intenso trabajo, las condiciones del terreno, aún secas, y los vientos racheados aumentan la preocupación de que se puedan generar rebrotes.
Los equipos han estado trabajando sin descanso para establecer cortafuegos y proteger las zonas cercanas. El uso del bulldozer fue decisivo para cortar el avance del fuego en las áreas más complicadas, mientras que las cuadrillas terrestres actuaron sobre las zonas críticas. El uso de las autobombas permitió enfriar áreas donde las llamas avanzaban con mayor rapidez.
Hasta el momento, no se han registrado daños en viviendas cercanas, y no ha sido necesario evacuar a la población. Sin embargo, las autoridades mantienen la alerta activa para reaccionar rápidamente en caso de que las llamas se reactiven. La Junta de Castilla y León ha enviado refuerzos para asegurar que el perímetro del incendio se mantenga bajo vigilancia y evitar cualquier riesgo adicional.
Se espera que las próximas horas sean claves para determinar si el fuego está completamente bajo control. Las autoridades han advertido que, pese a que el incendio ha sido contenido, las condiciones climáticas siguen siendo un factor de riesgo. Mientras tanto, los equipos seguirán trabajando en la zona afectada para asegurar que no haya reactivaciones.