La titular de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha destacado esta mañana en Zamora el compromiso del Gobierno de Mañueco en la lucha contra las drogodependencias en tres frentes –el de la prevención, el de la atención y el de la inserción social de las personas afectadas por estas adicciones–, y ha cifrado en 10,3 millones de euros el esfuerzo inversor que realizará su departamento este año en distintos programas para combatir los trastornos por el uso de drogas.
La consejera ha explicado que las políticas del Ejecutivo autonómico en el ámbito de las drogodependencias están basadas en la coordinación y cooperación con las diferentes administraciones implicadas (estatal y local) y, sobre todo, con las entidades del Tercer Sector que, como Cáritas Zamora, realizan una labor encomiable.
“Entre todos estamos construyendo un modelo de prevención y una red de asistencia a drogodependientes para llevar a cabo una atención integral, que incluye también su integración social-laboral”, ha indicado Isabel Blanco, para precisar a continuación que el pasado año 818 drogodependientes participaron en diversas modalidades de formación prelaboral y profesional ocupacional, que dieron lugar a 59 contrataciones.
Las nuevas líneas de actuación se han visto marcadas por los últimos datos de la Encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España, ESTUDES, previos a la pandemia, revelan los siguientes resultados.
ALCOHOL. En la población general, desciende el consumo de alcohol, aunque el consumo es superior a la media nacional, y aumentan significativamente los ‘atracones’.
Entre los estudiantes de 14 a 18 años, siguen descendiendo las ‘borracheras’, hasta el punto de que los ‘atracones’ de alcohol se sitúan en los niveles más bajos de la serie desde 2012. Además, el 18,1 % de los estudiantes nunca ha consumido alcohol y el 44,4 % nunca se ha emborrachado.
Pese a esto, el consumo de alcohol en los estudiantes de 14 a 18 años de Castilla y León se mantiene en niveles elevados. El 33,5 % ha consumido bebidas alcohólicas en ‘atracón’ en los últimos 30 días y un 25,1 % se ha emborrachado.
TABACO. En la población general, el consumo diario de tabaco también desciende y se sitúa en el 29,7 %, por debajo de la media nacional.
En la población de estudiantes de 14 a 18 años, Castilla y León es la segunda autonomía con la prevalencia más baja de fumadores diarios de la serie (10,7 %) desde que se inició esta encuesta. en 1994. No han fumado nunca tabaco el 59,8 % de los estudiantes de la Comunidad.
CANNABIS. En la población de estudiantes de 14 a 18 años, es con mucha diferencia, la droga ilegal más consumida en todas las provincias de la comunidad. Actualmente su consumo está descendiendo, aunque un 31,1 % ha consumido cannabis alguna vez en la vida; un 25,7 % lo ha hecho en los últimos 12 meses, y un 17,1 %, en los últimos 30 días.
A pesar de que el número de consumidores es menor, los que consumen de modo problemático lo hacen en mayor medida. Así, los consumidores problemáticos entre los usuarios en el último año se han incrementado considerablemente, pasando del 8,4 % en 2017 al 14,2 % en 2019.
OTRAS DROGAS. En la población general, el consumo habitual (en los últimos 30 días) de drogas como cocaína, heroína, anfetaminas, alucinógenos, éxtasis e inhalables volátiles se mantiene por debajo del 1% y, por lo general, en niveles inferiores a la media nacional.
También el consumo de hipnosedantes sin receta (incluyendo los somníferos y los relajantes) se mantiene estable en niveles bajos, con cifras inferiores al 1 %.
En la población de estudiantes de 14 a 18 años, drogas como la cocaína, anfetaminas, éxtasis, alucinógenos, sustancias volátiles y heroína son muy minoritarias. El consumo de tranquilizantes sin receta médica ha disminuido en los estudiantes de la Comunidad.
Las adicciones también se han visto afectadas por las restricciones a la movilidad y las limitaciones al ocio impuestas por la pandemia. Así, se redujo el consumo recreativo de sustancias como el alcohol (incluidas borracheras), tabaco, cannabis, cocaína y el juego de dinero presencial. Por el contrario, el juego de dinero ‘online’ durante la pandemia se mantuvo estable en el conjunto de la población y aumentó en las mujeres y en los menores de 25 años.
La tensión psicológica ocasionada por la pandemia y sus consecuencias en la salud y economía de las personas parece que ha tenido reflejo en un aumento del consumo de hipnosedantes sin receta médica.