La concejala de Fondos Europeos, Transformación Digital, Prensa y Urbanismo, Ana Belén González, ha presentado el avance del proyecto Renaturaliza en el Bosque de Valorio, una ambiciosa actuación ambiental que busca garantizar la viabilidad futura de uno de los espacios naturales más emblemáticos de Zamora. El plan supone un cambio de paradigma en la gestión forestal urbana, combinando sostenibilidad, ciencia y respeto por el entorno.
El objetivo principal del proyecto es asegurar que Valorio sea un bosque saludable y resiliente frente al cambio climático, mediante un tratamiento silvícola adaptado a las necesidades actuales del ecosistema. Esta actuación se realiza tras constatar, a través de estudios previos, la alta densidad de masas forestales envejecidas y homogéneas, sin regeneración natural, con especies exóticas como las arizónicas que, además de generar alergias, suponen un riesgo alto en caso de incendio.
Ana Belén González ha recalcado que la intervención ha sido “cuidadosamente planificada y ejecutada en el momento óptimo del año”, con mínima afección a la fauna, y con aval técnico y científico: participan expertos de la Universidad de Salamanca, la empresa CENIT Ingeniería, la Fundación Biodiversidad y técnicos de la Junta de Castilla y León.
Durante esta primera fase se han llevado a cabo actuaciones de poda, tala selectiva y retirada de ejemplares no viables, con el fin de: Reducir el riesgo de incendios, favorecer el crecimiento de especies autóctonas, fomentar una regeneración natural del bosque.
Parte de la biomasa obtenida se está triturando para devolverla al suelo, mejorando su capacidad de retención de humedad y enriquecimiento ecológico. Además, las vías de saca utilizadas para extraer la madera están siendo restauradas cuidadosamente para evitar impactos permanentes.
La Fase B del proyecto Renaturaliza comenzará en otoño e incluirá: la plantación de 4.400 nuevas plantas, incluyendo más de un centenar de olmos resistentes a la grafiosis, la creación de una zona de protección para lepidópteros, nuevos sistemas de señalización e interpretación ambiental, la instalación de refugios para insectos y fauna, promoviendo la biodiversidad y una gestión forestal con mirada generacional
Víctor Colino, investigador de la Universidad de Salamanca y coordinador científico del proyecto, ha recordado que “la gestión de un bosque debe pensarse en términos generacionales. Lo que hoy se planta es el Valorio que verán nuestros hijos y nietos”. Colino también ha insistido en la necesidad de “pedagogía ambiental”, para explicar por qué algunas decisiones, como la eliminación de especies invasoras o enfermas, son imprescindibles para la salud del ecosistema.
Por su parte, Asier Sáiz, ingeniero de montes y director de CENIT, ha recalcado que se trata de una intervención “técnicamente solvente, necesaria y con visión a largo plazo”, diseñada para evitar situaciones como la vivida recientemente en Palencia, donde un incendio arrasó parte del Monteviejo por falta de gestión forestal.
La actuación en Valorio no es una tala masiva ni una agresión ambiental, sino una intervención técnica basada en criterios científicos y ecológicos que prioriza el bienestar del ecosistema. “No se trata de pensar en árboles sueltos, sino en el conjunto del bosque”, ha explicado Sainz.