Se mantenía como un negocio de moda clásico, con local pequeño, fuera de las grandes cadenas y con unos escaparates que siempre llevaban al viandante a acercarse y mirar.
Ropa moderna y de calidad, también llena de colorido, era la oferta de este establecimiento situado cerca de la Plaza Mayor, que como otros pequeños negocios competía con los grandes grupos textiles con tiendas repartidas por la ciudad.
Sin embargo, desde hace unos días, los ciudadanos que pasen por la calle Renova verán las rejas puestas en esta tienda y con el cartel de Rebajas aún luciendo en el escaparate.
Worlds End (traducido de forma literal como fin del mundo) pone el punto y final a su actividad y deja a la zona con cada vez menos establecimientos propios dedicados a la moda.
