En una semana Zamora pierde otra franquicia

Si Santa Clara y San Torcuato están heridas, la plaza de Sagasta que parecía resurgir moriría con el cierre de la franquicia Ale-Hop

Ale-hop apertura
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Pocas alegrías para el comercio zamorano y también para los 14 trabajadores de una franquicia recién abierta que podría cerrar a instancias del Ayuntamiento de Zamora. 

Si Santa Clara y San Torcuato están heridas, la plaza de Sagasta que parecía resurgir moriría con el cierre de la franquicia Ale-Hop. 

Este diario comunicaba hace pocos meses la apertura de un nuevo negocio en la ciudad que da trabajo a 14 personas que hoy ven amenazado su puesto a requerimiento del Ayuntamiento de Zamora, los propietarios de la franquicia Ale-Hop han tenido comunicación el jueves 16 del cierre de su negocio debido a una norma que parece ante cualquiera de poco sentido común. 

Cinco días para cerrar y sin más opciones que la de esperar a que todo el edificio tenga ocupación. 

Leyes y reglas urbanísticas que obligarán a la franquicia a cerrar hasta nueva resolución. Si de cada 7 cierres comunicamos una apertura, claro está que la ciudad como le pasa también a la provincia muere en el éxito burocrático y en las normas a poco "extrañas". Aunque todo tiene explicación salvo la muerte, y las trabas para abrir un negocio en Zamora. 

De nada servirán los programas de incentivación de la economía zamorana y del  comercio, en especial si resulta que tras el silencio administrativo que se plantea ante la licencia de apertura, llega este requerimiento que de forma tajante deja cinco días hábiles de maniobra a los letrados de la franquicia que tendrán que hacer un esfuerzo titánico para dar solución a este entuerto. Catorce puestos de trabajo en una zona en la que morir o ver un SE VENDE o SE ALQUILA ya no es extraño. 

Lo extraño es que muchos negocios de la ciudad permanecieron hasta 10 años sin licencia, algún que otro almacén e incluso alguna superficie de alimentación de todos conocida. 

Lo extraño es que se sigan abriendo negocios tras las innumerables trabas que han de superar los héroes de esta ciudad, comerciantes y autónomos, que siguen sufriendo las leyes de burócratas y entidades que nada hacen para incentivar lo que les da de comer.

La crónica de una muerte anunciada se sigue escribiendo en una ciudad sin sentido del progreso y la actividad económica que recordemos Zamora encabeza ya que es la última de España.

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