Ante la huelga indefinida convocada para el 15 de agosto por Azul Handling, empresa que gestiona los servicios de tierra de Ryanair en numerosos aeropuertos españoles —Alicante, Barcelona, Girona, Ibiza, Lanzarote, Madrid, Málaga, Palma de Mallorca, Santiago de Compostela, Sevilla, Tenerife Sur y Valencia—, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha recordado a los pasajeros sus derechos en caso de cancelaciones o retrasos.
Según la OCU, los viajeros afectados por esta huelga pueden exigir:
Reembolso del billete en un plazo máximo de 7 días si el vuelo se cancela, o si no se cancela pero su retraso supera las cinco horas. Si el pasajero acepta transporte alternativo ofrecido por la aerolínea, renuncia al derecho a reembolso y a posibles compensaciones.
Derecho de atención: ante retrasos superiores a dos horas, la compañía debe proporcionar comida, bebida, dos llamadas telefónicas o acceso a correo electrónico, y alojamiento si fuera necesario, con transporte incluido.
Compensación económica automática además del reembolso, que varía según la distancia del vuelo:
Hasta 1.500 km: 250 € (125 € si se ofrece viaje con retraso máximo de 2 horas).
Entre 1.500 y 3.500 km: 400 € (200 € si se viaja con retraso máximo de 3 horas).
Más de 3.500 km fuera de la UE: 600 € (300 € si el retraso es máximo 4 horas).
La aerolínea puede evitar esta compensación si notificó la cancelación con al menos dos semanas de antelación.
Indemnización adicional por daños demostrables, como pérdida de vuelos conexos.
OCU insiste en que las reclamaciones deben dirigirse directamente a Ryanair, y si no se recibe respuesta favorable, a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). Recomienda a los viajeros consultar el estado de sus vuelos en la web de la aerolínea o AENA antes de acudir al aeropuerto y realizar las solicitudes por escrito, dejando constancia clara de las circunstancias.
La organización advierte que, aunque las compañías suelen mostrar reticencia a pagar voluntariamente, está preparada para defender a los afectados, como ya hizo hace siete años con una acción colectiva contra Ryanair que terminó con el reconocimiento de las reclamaciones.