Lejos de lo que se suele pensar, ni el frigorífico ni el frutero compartido con otras frutas son los espacios más adecuados para conservar esta fruta. Guardarlos en la nevera puede parecer una solución lógica para prolongar su frescura, pero en realidad el frío afecta negativamente a su sabor y a sus propiedades nutritivas. Aunque pueden tardar más en ennegrecerse, los plátanos pierden parte de sus beneficios al ser refrigerados.
Tampoco es recomendable colocarlos junto a otras frutas como manzanas o tomates. Estas desprenden etileno, un gas natural que acelera el proceso de maduración, lo que hace que los plátanos se pasen más rápido de lo deseado.
Entonces, ¿cuál es el sitio ideal? Los expertos recomiendan conservarlos en un lugar seco, alejado de la luz directa y a temperatura ambiente. Además, lo ideal es que se mantengan separados del resto de frutas para evitar el efecto del etileno. Siguiendo estas sencillas pautas, los plátanos se mantendrán en buen estado durante más tiempo, conservando todas sus cualidades nutricionales y organolépticas.