viernes. 29.03.2024
Tabaco. Fotograía de archivo
Tabaco. Fotograía de archivo

Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las cifras de tabaquismo mundial siguen en aumento, provocando que el tabaco termine hasta con cerca de 8 millones de personas al año, siendo más de 7 millones consecuencia del consumo directo de este. Esto ha llevado al tabaquismo a convertirse en un importante problema sanitario mundial.

Además, los últimos datos dados por el Ministerio de Sanidad, el 22% de la población española fuma a diario y el 25% se declara ex fumador. Estas cifras también llevan a nuestro país a que el tabaco sea la primera causa de muerte prematura prevenible que ocasiona más de 50.000 defunciones al año, lo que equivaldría a un 13% de los decesos anuales.

Dejar el hábito tabáquico se ha convertido en un gran reto personal y social. Aunque su reducción evitaría el riesgo de diversas enfermedades: desde problemas cardiovasculares hasta cáncer de pulmón u otras afecciones, a muchas personas les cuesta abandonar este hábito. Por ello, los expertos señalan diferentes herramientas o terapias para ayudar a las personas a dejar de fumar.

Según el último informe publicado por la biblioteca Cochrane seis de cada 100 personas dejarían de fumar mediante una terapia de sustitución de la nicotina y entre ocho y doce personas dejarían de fumar mediante el uso de cigarrillos electrónicos que contienen nicotina. La nicotina en sí, aunque es adictiva, no es la causa principal de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo, sino que es el humo del tabaco quemado el que genera a su vez la gran cantidad de sustancias químicas causantes de enfermedades.

Así, varios expertos españoles señalaron, durante la presentación de la declaración internacional por una España sin Humo publicada por la Plataforma para la reducción de daño por Tabaquismo, que existen herramientas que ayudan en la lucha por dejar de fumar: como es el caso de los vapeadores o el tabaco calentado. Asimismo, durante la comparecencia también puntualizaron en la necesidad de reducir o subvencionar estos nuevos productos al mercado y crear una regulación que proporcione el riesgo de cada producto de mayor a menor medida.

Implementación de herramientas para dejar de fumar en la práctica habitual

Los expertos siguen señalando las ventajas de sustituir los cigarrillos tradicionales por alternativas mejores (como los cigarrillos electrónicos) para los fumadores adultos que, de otro modo, seguirán fumando. Sin embargo, las formas clásicas de administración para dejar de fumar, como los parches o los fármacos convencionales, se eligen como primera opción.

Aunque hay que focalizar y empezar a poner argumentos científicos por encima de cualquier opinión y se han de estratificar los tratamientos mediante protocolos. Otra vía de escape para los fumadores será poner el acento en la información real y la formación a los profesionales. Por otro lado, en el ámbito fiscal, en España, mientras que dejar de fumar sea igual de caro que fumar, muchos de los fumadores no darán el paso para dejar este hábito.

Dejar el hábito tabáquico, un reto al que se enfrenta el 22% de la población española