De poco ha servido la espera. Las previsiones meteorológicas daban en el clavo y han terminado por confirmar lo que muchos temían: la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída deberá esperar un año más (y ya van cuatro) para procesionar por las calles de Zamora.
Así lo ha comunicado la Junta Directiva que se ha demorado en su decisión más de una hora y 20 minutos, a la espera de que las condiciones mejoraran. Pero la lluvia no ha querido dar tregua y ha terminado por confirmar la triste noticia para miles de hermanos que se agolpaban en el interior del templo de San Lázaro junto a los tres pasos y las agrupaciones musicales. Las puertas de la iglesia se abrieron y cerraron un par de veces hasta confirmar finalmente lo que muchos venían temiéndose y que se reflejaba en las miradas al cielo de los cofrades en su camino al punto de salida y en los gestos de negación de alguno de los varas, una vez conocida la decisión. La emoción ha podido entre varios de los hermanos allí presentes que no han podido contener las caras de desesperación.
Triste noticia también para los miles de zamoranos y visitantes que esperaban con entusiasmo una de la procesiones más devotas y que tiene su punto álgido en la Plaza Mayor donde se procede al canto de La Muerte no es el Final protagonizado por el coro de la Hermandad y bajo el acompañamiento de la Banda de Música de Zamora.
Los hermanos, ataviados con túnicas y caperuz de raso negro, capa de raso blanco con amplios vuelos y un hachón rematado en farol con vela con el anagrama de la Hermandad en los cristales no han podido hacer nada más allá que esperar pacientemente la decisión de la Hermandad que veía angustiada como el paso de los minutos no terminaba por apaciguar una lluvia. Finalmente, el tiempo no ha respetado y ha decidido que "La Tercera Caída" no vea la luz hasta 2023.
Los pasos de "Jesús en su Tercera Caída", "La despedida" y "La Virgen" permanecen guarecidos en el interior del templo del agua que esta tarde caída a raudales en la capital. Sólo la música interpretada por las agrupaciones musicales, al son de Mater Mea y la Muerte no es el Final ha permitido a los hermanos recuperar un poco del espíritu que este año el tiempo les ha negado y que se suma a otros dos de pandemia.
Por delante queda otro año de dura espera con al esperanza de que, esta vez sí, los hermanos de la Hermandad fundada en 1942 puedan salir a las calles y lucir una de las túnicas más icónicas de nuestra Semana Santa.
