Los alumnos de Trilema Zamora se han desligado por un día de su habitual uniforme para transformarse en los protagonistas de sus cuentos favoritos. Ya sin sus sudaderas rojas -pero conservando sus distintivas mascarillas-, el centro se ha contagiado de la ilusión y del color de los disfraces en una jornada didáctica en conmemoración con el Día del Libro.
Ni siquiera parte del profesorado ha podido resistirse y se ha unido a este festival del disfraz, como si de un segundo carnaval se tratara. Todo con el objetivo de que los niños se sumerjan de lleno en el placer de la lectura y contagien sus ganas por conocer nuevos mundos.
Los títeres, los teatros de sombra, la creación de pósters y el intercambio de vivencias e historias literarias que fomentan la lectura han ocupado gran parte de la mañana. Mientras algunos alumnos apostaban por ponerse al frente de la clase y relatar su lectura favorita como si de un cuentacuentos se tratara, otros han apostado por escuchar atentamente.
“Imagínate la alegría y la revolución al llegar a clase y verse todos disfrazados y que no podían contarse de qué venían”, asegura una de las docentes del centro.
El centro ha organizado varios concursos literarios, en los que han participado todas las etapas educativas. Mientras los alumnos de infantil han colaborado en la creación de un collage dentro del concurso “Cuéntame tu collage”, los primeros cuatro cursos de Primaria han optado por la elaboración de un “Story board literario”, ilustrando a través de una secuencia de dibujos y pequeños textos, su lectura preferida.
Los mayores del colegio, desde 5º de Primaria hasta los alumnos de la E.S.O y Ciclo Formativo han tirado del poder de las redes sociales -algo que la mayoría ya maneja a la perfección- para convertirse en “influencers culturales” por un día con publicaciones que han formado parte del concurso “Tik tok-ea tu libro”.
Los premiados en las diferentes categorías han recibido sus premios a través de Google Met en reconocimiento a su implicación y entusiasmo. La celebración ha concluido con un mercadillo de libros, en la que se han vendido los ejemplares donados por las familias del centro y cuyos beneficios se destinarán al reacondicionamiento de la sala de Plan Lector y la biblioteca del centro. Todo sea por la cultura.
