La Puerta de Doña Urraca en Zamora es un punto de paso diario para ciudadanos y turistas, este monumento, también conocido como Puerta de la Reina o Puerta de Zambranos, fue construida en el siglo XII y se distingue por su arco de medio punto.
La historia de la puerta está vinculada a Doña Urraca, una figura relevante en la historia medieval. Para entrar en contexto hay que retroceder al año 1065, cuando falleció el rey Fernando I y sus hijos heredaron los territorios: Sancho (rey de Castilla), Alfonso VI (rey de León), y García (tierras gallegas). Las hijas del rey, Urraca y Elvira, también recibieron herencias, aunque el Romancero Viejo solo menciona a Urraca.
Sancho, que era el mayor de los hijos, desobedece el testamento de su padre por lo que Urraca asumiría el gobierno de Zamora. La ciudad resistió un asedio de más de siete meses por parte de las tropas de Sancho II, pero la resistencia terminó con la muerte de Sancho II a manos de Vellido Dolfos.
Todo esto lo relata el Romancero Viejo, el cual menciona que Urraca se reunió en esta puerta con El Cid, quien le propuso rendirse ante el asedio de su hermano Sancho, oferta que rechazó y acto por el que se convirtió en reina.
El nombre de la Puerta de Doña Urraca data del siglo XVII, anteriormente, conocida como Puerta de Zambranos y, desde el siglo XIV, como Puerta de la Reina.
La estructura de la puerta está compuesta por dos torreones cilíndricos construidos con sillares de y un arco semicircular con dovelas pequeñas. Encima del arco se encuentra una lápida del siglo XVI. La puerta ha sido sometida a varias restauraciones, incluyendo una en 1521 y otras en el siglo XX.