jueves. 25.04.2024
Raquel Marugán
Raquel Marugán

Escribió su libro con su propia experiencia personal cuando le diagnosticaron cáncer de garganta. Ahora cuenta su historia en Zamora, su vivencia recogida en numerosas páginas para ayudar a la Asociación Española Contra el Cáncer porque todo el dinero recaudado irá destinado a la lucha contra esta enfermedad. Ella es Raquel Marugán, una palentina que quiso contar su historia en "cáncer, aprendiendo a vivir".

En casi 200 páginas, Marugán cuenta su propia experiencia personal. Un giro inesperado que supone un punto de inflexión en su vida. Una forma de vivir que la atrapó para siempre. Una crónica que empezaba en el país de la incertidumbre y acaba en el mundo de la esperanza. Una travesía apasionante en la que el cáncer la llevó a cruzar la frontera entre lo ordinario y lo extraordinario. A jugársela al todo o nada por alcanzar la felicidad. El dolor no siempre acarrea más sufrimiento, a veces también regala una nueva vida. Y la gran recompensa fue la aventura que vivió para sobrevivir. La muerte le acercó a la vida.

Inspiración o herramientas valiosas para aquellos a los que detectan cáncer cada día, eso es lo que espera esta palentina que encuentren en su libro porque "a veces necesitamos que la vida nos ponga al límite para tomar la decisión de cambiar de rumbo. De este modo, lo que entendemos por peores momentos, se convierte en el punto de inflexión que todo lo cambia. En mí provocó un proceso de transformación personal, y lo que en un principio fue una noticia dura, se convirtió con el paso del tiempo en una lección de vida en la que todo cobraba sentido".

Y es que lo tiene claro, en situaciones límite. La vida te cambia para siempre. Para Marugán ha sido un "aprendizaje. El cáncer deja numerosos aprendizajes. Aprendes el valor del tiempo, a gestionar desde la escasez, a vivir, sin tanto artificio, a convertir los círculos viciosos en círculos virtuosos, a poner la escala de valores en su lugar, a ser mejor persona, a convivir con la incertidumbre, a superar barreras, a desarrollar fortaleza mental… No sé tantas cosas. Ya no vives distraída, persiguiendo otros momentos mientras la vida se escapa del presente".

Al principio, la situación atemoriza, pero ante el miedo, llega la valentía. Así fue esta palentina, una heroína en tiempos difíciles, " me proporcionó ese cambio de perspectiva e hizo de catalizador para enseñarme el verdadero valor. Mi cáncer fue el preludio para entender que existe otra forma de vivir".

Aunque su historia sea pública y pueda estar en las manos de todo aquel que quiera colaborar, la escribió para un "ámbito estrictamente familiar", nunca con la pretensión de divulgarla o de que viese la luz, pero "gracias a la visión de un amigo escritor, esa motivación inicial se transformó en algo de mayor calado".

Un escrito que llegó como necesidad vital "por contarles y hacerles entender a mis hijas que es lo que de verdad importa cuando la vida se escapa. Cuando la vida peligra. Me quedaban muchas cosas por explicarles cuando el cáncer puso el marcador cuenta atrás. Pero ahora me apremiaba legarles aquellos aprendizajes que olvidamos cuando todo fluye, así que, si el cáncer acababa conmigo, al menos que siempre recordarán que la vida es un regalo y que el tiempo no vuelve".

Una enfermedad exigente que acarrea sufrimiento, pero que regala una nueva vida. Aprender a golpe de infortunios, confirmar que no eres inmortal. La vida es frágil, un milagro que encontramos cada vez que abrimos los ojos. Así lo cuenta esta palentina entre sus páginas, un soporte para aquellos que pasan procesos difíciles. Una mano que llega en medio de la tormenta.

Raquel Marugán: "Mi cáncer fue el preludio para entender que existe otra forma de vivir"