Donde la tradición del ganchillo toma nombre de pueblo, su árbol de Navidad no podía ser menos. Videmala, símbolo del resurgir de una técnica de tejido a mano que nuestras abuelas aprendieron de sus antepasados y que se fue transmitiendo de generación en generación, mantiene más vivo que este arte de aguja y lana.
Desde su base hasta la estrella que corona una majestuosa estructura de 5,1 metros de alto, este abeto artesanal es símbolo de diez meses de intenso trabajo que ha permitido reunir 1.050 grannys de crochet. Una cadena de montaje que ha traspasado fronteras gracias al poder de convocatoria de unos guímaros que ya por el verano de 2021 plantaron cara al Covid entre las mascarillas y el gel hidroalcohólico para tejer por la España Vaciada y que reunión a asociaciones, tejedoras profesionales y aficionadas a la aguja para decorar la pared exterior de la iglesia.
Una iniciativa con continuidad gracias a Noelia Fraile y el respaldo de la Asociación Cultural de Videmala. Fue en el mes de marzo cuando las primeras reuniones fueron consolidando un 'tejeclub' que ha tejido lazos más allá de este reto que ya luce a todo color y con la iluminación LED en la plaza del pueblo. Todo ello gracias también a la implicación de los hombres que idearon una estructura que aprovecha la base de una farola para extender el manto de grannys mediante 16 tensores anclados al suelo.
Cada cuadradito de 15x15 centímetros ha hecho posible que en estos tiempos de despoblación un pequeño grupo vuelva a convocarse puerta por puerta, como antaño y prescindiendo de las nuevas tecnologías, para reunirse entre ovillos y el colchón de una sencilla conversación.

No han faltado los envíos desde la ciudad por parte del grupo solidario Tejiendo Zamora ni tampoco desde Madrid. Hay quienes han logrado dar vida a más de una décima parte de este árbol, como la propia Dominga, presidenta de la asociación. El ganchillo ha ido ganando terreno y desplazando a otros hábitos por los que antaño se relegó a esta tradicional técnica que ahora resurge con fuerza erigiéndose en toda una moda, esperemos que para no irse.
Al menos así será en Videmala donde este 'tejeclub' ha nacido con vocación de continuidad y ya con la mente puesta en un nuevo proyecto "esperemos que, de cara a primavera". Mientras tanto, esta localidad alistana permanecerá durante las próximas semanas iluminada por un halo de colores, fruto de un arte que ha logrado congregar a más de 150 personas en torno a su encendido en la tarde de este sábado.
Un acto que contó con una merienda con chocolate caliente y el sorteo de una cesta de productos Navideños que logró unas 300 rifas vendidas gracias a la implicación de las peñas del pueblo. No faltó la música de la charanga Los Chirlos de Domez de Alba, ni tampoco los más pequeños que multiplicaron por ocho su censo habitual para recibir la visita de Papá Noel en una jornada de gominolas y diversión garantizada.
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