Cuando la muerte gestacional no entiende de semanas, pero el Registro sí: "Es otro tipo de pérdida, pero el dolor es el mismo"

Este domingo 15 de octubre es el día internacional para concienciar sobre la muerte gestacional, perinatal y neonatal

Hace poco más de dos meses que el Registro Civil abrió la puerta gracias a la Ley 20/2011 a todos los bebés fallecidos a partir de los seis meses de gestación, si bien en Zamora aún no consta ningún caso. Pero son muchos los progenitores que continúan a la espera de que ese gesto hacia esa nueva vida truncada se extienda sin distinciones, al margen de las semanas de gestación

Homenaje a los bebés fallecidos antes o al poco tiempo de nacer_2
photo_camera Homenaje a los bebés fallecidos antes o al poco tiempo de nacer_2

Las barreras para registrar a un hijo nacido sin vida comenzaron a resquebrajarse un 9 de agosto. Hace poco más de dos meses que el Registro Civil abrió la puerta gracias a la Ley 20/2011 a todos los bebés fallecidos a partir de los seis meses de gestación diciendo adiós al "legajo de criaturas abortivas", documento en el que hasta entonces daba constancia de su existencia, pero sin un espacio para inscribir su nombre. 

Han pasado 64 días y el Registro Civil de Zamora continúa en blanco, sin ninguna criatura inscrita junto a sus progenitores. Aunque la normativa abre la puerta a su inscripción con carácter retroactivo -siempre que los progenitores lo soliciten en el plazo de los dos próximos años- son muchos los que aún no se han acercado a dejar constancia de esa pérdida, tan real como muchas veces invisibilizada. Pero son muchos más los que aún continúan a la espera de que ese gesto hacia los padres y hacia esa nueva vida truncada se extienda sin distinciones, al margen de las semanas de gestación. 

Y es que se calcula que entre el 10 y el 20% de los embarazos terminan en aborto espontáneo, la mayoría antes de la semana 12. Una pérdida aparentemente fugaz, pero igualmente dolorosa e irremplazable para quienes cada mes confiaban en el predictor y en que esa vez sí, la segunda línea se hiciera visible confirmando una gestación exitosa. 

En el caso de Sonia, su mundo se paró justo en esa señalada semana. El de su bebé antes. Su fecha se suma al limbo en el que se mantiene a todos los bebés fallecidos antes de la semana 26 -para ser más exactos, la barrera arranca a los 180 días-: "La noticia dio la cara en mi visita programada a la ginecóloga, pero no sabemos exactamente cuándo ocurrió". 

La noticia fue un shock para esta enfermera que, pese a su experiencia en el hospital y sus numerosos intentos previos, no pudo evitar emocionarse. "Te dices a ti misma que te contengas, que conoces experiencias similares, pero es imposible porque no manda tu cabeza". La voz se quiebra al tratar de verbalizar lo imposible, un sentimiento que sólo conoce el corazón que bombeó para quien no pudo ver la luz. 

Homenaje a los bebés fallecidos antes o al poco tiempo de nacer
Homenaje a los bebés fallecidos antes o al poco tiempo de nacer

Ahora con dos hijos, su mente aún continúa jugando a imaginarse cómo hubiera sido la vida con una familia numerosa que en realidad debería constar como tal. Sonia aún recuerda el sentimiento al repasar el libro de familia físico tras sus respectivos alumbramientos: "Cuando vi inscritos a mi hijo número uno e hijo número dos pensé que no era cierto, porque son el dos y el tres. Yo ya era mamá antes que ellos".

La luz que engendró se apagó en 2017, pero continúa brillando a escasos centímetros de su corazón, en forma de tatuaje. También en su casa y en las conversaciones que en su día a día mantiene con sus hijos y familia, recordándoles que esa hija, efectivamente, existió: "Cuando te ven con la barriga la gente te pregunta y es más visible, en cambio lo nuestro se queda en una especie de sueño. Parece no sólo que eres la única que lo vive, sino la única que lo recuerda". 

En jornadas como hoy, en el día internacional para concienciar sobre la muerte gestacional, perinatal y neonatal, decenas de mujeres, madres y padres, abuelos tíos, hermanos, familia y amigos lloran en silencio la pérdida de quienes no existieron a ojos de una buena parte del mundo y que continúan siendo invisibilizados. "Yo la he abrazado dentro de mi y existió en mi interior, creo que eso es suficiente para que la sociedad tenga un reconocimiento hacia mí como madre y hacia mi bebé con días, 12 semanas o 26 de gestación". 

Una lucha y, sobre todo, un apoyo que en Zamora se canaliza a través de la Red Hueco de Mi Vientre en el que se presta apoyo y comprensión durante el duelo al margen de tiempos, edades y parentesco. Un espacio de diálogo, de silencio, de lágrimas, preguntas sin respuesta y sueños de un mundo paralelo que en sus encuentros pueden compartir libremente. Porque resulta imposible contabilizar las pérdidas, pero más aún el dolor.

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