Si te encuentras en la búsqueda de trabajo, es probable que alguna vez hayas caído en el error de confundir el salario bruto y el salario neto, y ese es un problema que tienen muchísimas personas y que, a final de cuentas, puede llevarles a descubrir que el empleo que consideraban perfecto para ellas, en realidad no está tan bien pago, y que sería mejor buscar alguna otra alternativa.
Pues bien, lo primero que debemos decir es que normalmente, cuando nos acercamos a una oferta de trabajo o estamos en la búsqueda activa de empleo, podemos observar propuestas con cifras muy tentadoras. Pero, cuidado, es posible que esas cifras estén expresando el sueldo bruto y no el sueldo neto, que es el que vas a recibir en realidad. ¿Y cuál es la diferencia entre ambos?
Podríamos ponerlo de este modo: el salario bruto es lo que le cuesta a la firma que te contrata tenerte en su equipo. No obstante, eso no significa que seas tú mismo el que se lleva todo ese dinero, sino que se deben pagar unos impuestos por la relación laboral que se ha establecido.
Sin perder de vista que tenemos a disposición páginas para el cálculo para obtener el sueldo neto, las rebajas iniciales serán siempre las de Seguridad Social y tu pago del IRPF, conceptos que se calculan sobre el salario bruto, pero que varían en cuanto al porcentaje que representan según condiciones personales y laborales, el sueldo bruto, deducciones a las que accedes, etc.
Incluso, existen cargas que son únicas de determinados territorios geográficos, lo que redunda, sumado a lo anterior, en que dos personas con idénticos salarios brutos pueden tener salarios netos muy diferentes. Por eso se hace necesario contar con una herramienta capaz de considerar todas estas variables, brindando un resultado fidedigno, que se ajuste a lo que sucede en la práctica.
En este punto, estamos convencidos de que querrás saber, en líneas generales, cuánto dinero se queda por el camino entre el sueldo bruto y el sueldo neto y si bien como ya explicamos, hay cuestiones diversas a analizar, las retenciones parten de un 10%, en los salarios más bajos, hasta un 40% menos en los salarios más altos. ¡No te preocupes, tú no tendrás una retención tan alta!
Más allá de eso, las empresas tienen sistemas contables internos que utilizan programas de cómputos para saber en detalle cuánto deben pagarle a cada uno de sus empleados de nómina, introduciendo sus sueldos brutos, y recibiendo la cantidad que corresponde al sueldo neto en virtud de todas las condiciones que citamos previamente.
Estas compañías, además del salario bruto, se hacen cargo de otros gastos como el seguro de desempleo, FOGASA, Formación Profesional y otros que, junto con los de Seguridad Social y tu pago del IRPF, hacen a cerca de un tercio del salario neto. En otras palabras, si te llevas de bolsillo 15.000 euros al mes, a la firma que te tiene en su plantilla le cuestas unos 20.000 euros.
En resumen, y recomendando nuevamente las calculadoras específicas para mayor exactitud, puedes obtener una idea de tu sueldo neto calculando IRPF y la cotización a la Seguridad Social, restándolas al sueldo bruto, y dividiendo el resultado en 12 o 14, según el número de pagas.
