Benavente, el municipio más grande de la provincia de Zamora, se extiende por 45,12 kilómetros cuadrados a una altitud promedio de 744 metros sobre el nivel del mar. A 65 kilómetros de la capital provincial, la ciudad cuenta con una población de 17,261 habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2023. Su ubicación estratégica y su riqueza cultural la convierten en un lugar destacado dentro de la comunidad de Castilla y León.
La historia de Benavente se remonta a la antigüedad, siendo conocida durante la romanización como Brigeco o Brigecio, un enclave clave en la ruta entre Mérida y Astorga. En el siglo XII, la localidad fue rebautizada como Malgrat y se convirtió en parte de un proceso de repoblación bajo el rey Fernando II de León, quien otorgó un fuero en 1164. Este periodo fue fundamental para el desarrollo de Benavente como centro político y económico.
A lo largo de los siglos, Benavente ha sido escenario de eventos históricos significativos. En 1230, la ciudad fue testigo de la Concordia de Benavente, que facilitó la unión de los reinos de León y Castilla. Durante el siglo XIV, el caballero portugués Juan Alfonso Pimentel recibió el condado, estableciendo una dinastía que influyó en la política local. A pesar de los conflictos de la Guerra de la Independencia en 1808, Benavente emergió como un importante centro administrativo y comercial en el siglo XIX, modernizando su infraestructura con la llegada del ferrocarril.
El patrimonio cultural de Benavente destaca por varios edificios considerados Bienes de Interés Cultural, entre los que se encuentran la Iglesia de Santa María del Azogue y la Iglesia de San Juan del Mercado, ambas del siglo XII. La primera combina estilos románicos y góticos, mientras que la segunda se caracteriza por su planta de tres ábsides y una elaborada portada sur. Estos templos no solo son importantes lugares de culto, sino que también reflejan la evolución cultural y social de la ciudad a lo largo del tiempo.
Otro elemento destacado del patrimonio de Benavente es la Torre del Caracol, un resto del antiguo castillo de los Pimentel, que data del siglo XVI y ahora alberga un Parador Nacional. Además, el Teatro Reina Sofía, inaugurado en 1991, ofrece una variada programación cultural, y la Casa de Solita, un palacete del siglo XX, se ha convertido en centro cultural. Estos edificios enriquecen el atractivo turístico de la ciudad y son testigos de su rica historia arquitectónica.