viernes. 19.04.2024
La Casa Gallego
La Casa Gallego

Durante casi tres lustros su original fachada ha estado oculta al público por un andamio que impedía su derrumbe. En marzo de 2021, tras otro apuntalamiento por la caída de cascotes y de parte de la pared interior del inmueble anejo, la Casa Gallego lució, por fin, su "cara" neomudéjar. Pero el descubrimiento duró apenas unos días. Otro andamio lo cubre ahora, en esta ocasión para anunciar la construcción de nuevas viviendas.

Casa Gallego, en el número 36 de la calle San Torcuato, era la residencia de Víctor Gallego, que da nombre a la avenida zamorana. En 1908 fue adquirida por Miguel Fernández quién lo remodeló encargándole el proyecto al conocido arquitecto Gregorio Pérez Arribas (al que se le atribuye el edificio de “Las Cariátides” en Sagasta), según apuntó en su día el concejal del PSOE, David Gago.

La fachada, de estilo neomudéjar, conserva azulejos cerámicos que decoran el espacio entre ventanas y resaltan los balcones y los miradores. El ladrillo es el elemento fundamental de la fachada, pero en la cornisa se alternan con piezas cerámicas.

La historia de la Casa Gallego parece estar gafada. En 2003 el edificio fue declarado en ruina y alrededor del año 2008, se instaló un andamio para evitar su derrumbe. La estructura permaneció ocupando la calle casi 15 años con el consiguiente enfado de vecinos y comerciantes de la zona. Tres años después, se liberó la calle San Torcuato pero el inmueble continuó apuntalado y con su fachada oculta a los ojos del público, y a finales de enero de 2021, las lluvias provocaron la caída de cascotes y pusieron en peligro la pared interior del inmueble contiguo a Casa Gallego, lo que obligó al Ayuntamiento de Zamora a cortar San Torcuato durante un par de meses.

Fue en 2005 cuando se aprobó la licencia de derribo y la empresa propietaria pedía permiso para construir viviendas. En esa petición se incluía la instalación del andamio. 

Ya han pasado 17 años y parece que el inmueble va a ser ocupado una vez concluyan las obras de la empresa Tamar para edificar 6 viviendas, más los garajes, los trasteros y un local.

En 10 años, el edificio de San Torcuato 36 ha cambiado de dueño hasta en 3 ocasiones y se realizaron dos proyectos de obra que nunca se llegaron a ejecutar. No hubo cambios hasta que un decreto de Alcaldía en 2016 obligaba a retirar el andamio que sujetaba la fachada por la parte exterior. El anclaje se mantuvo entonces solo en el interior.

Cuando acaben los trabajos, los zamoranos podrán admirar la fachada de este singular inmueble, oculto durante años por un armazón de hierro.

La Casa Gallego de Zamora, la historia "gafada" de un edificio que ahora se...