Las voces se unen en Zamora, junto a las de miles de personas que alzan la voz en otros puntos del país con un único objetivo, “proteger el agua”. Lo han hecho frente a la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León para que “se implique en la protección de nuestras aguas”.
Y es que, para Ecologistas de Zamora y Pueblos Vivos, la Junta “es una de las principales responsables de esta situación y también la que puede poner una solución.” Ya se concentraron el pasado mes de agosto; lo hicieron a la orilla del Duero a través de cadenas humanas “pidiendo la protección de los ecosistemas acuáticos”.
Nuevamente se vuelven a unir, en un lugar diferente, pero para pedir que las administraciones “se impliquen. Necesitamos que se protejan las diversas masas de aguas, visibles e invisibles, de nuestra comunidad y provincia, porque la contaminación sigue creciendo y el nivel de los acuíferos, bajando. Es decir, cada vez hay menos agua y está más contaminada”.
Así, han puesto de manifiesto algunos ejemplos “del avance” de la contaminación del agua en pueblos de Zamora; como Montamarta y Villaralbo, los más recientes que se quedaron sin agua potable. Una situación que se debe “al exceso de nitratos, al arsénico, cuya concentración aumenta al disminuir los acuíferos, a todo tipo de pesticidas y herbicidas como el glifosato, a restos medicamentosos cada vez más presentes en nuestras aguas”.
Un “grave” problema que “no se resuelve” con botellas de agua o depuradoras, sino que “hay que ir a la raíz, a las causas que lo producen”. Y es que, alrededor del 44% de las masas de agua del territorio español, se encuentran en mal estado, y de ellas, un 23% están contaminadas por nitratos, nitratos que proceden fundamentalmente de la ganadería industrial que ha proliferado sin control ni planificación. Donde el suelo no puede digerir tanto purín, por lo que el exceso de nitratos acaba llegando a las masas subterráneas de agua.
De esta forma, han remarcado que “la contaminación de aguas superficiales y sus consecuencias trágicas se puede detectar y corregir, la contaminación de las aguas subterráneas es una amenaza silenciosa, un problema gravísimo que nos pasará factura en breve, ya que técnicamente es imposible recuperar un acuífero contaminado”.
Por eso hoy han salido a la calle, haciendo frente a las bajas temperaturas, ante uno de los edificios de la Junta de Castilla y León, “uno de los principales responsables políticos de esta situación y, a la vez, uno de los que más pueden hacer por frenar y revertir estos gravísimos problemas de nuestras aguas”. No van a cesar sus demandas, se dirigirán a la Confederación Hidrográfica del Duero, a la Diputación y a la Subdelegacion del Gobierno con un escrito sobre la urgencia de tomar medidas “valientes” ante el deterioro de este recurso.
Un problema que afecta a todos y que quieren que se aborde “de forma coordinada” entre las diferentes administraciones” ya que son “responsables del cuidado del agua para que, entre todos, se pongan en marcha acciones reforzadas y medidas ambiciosas que incidan en la raíz de las presiones a las que se somete al agua”.
