Sólo el incendio de Losacino ha calcinado más de 30.000 hectáreas de terreno. Supone la misma superficie que en tres días en el actual incendio que está asolando a Ávila y la misma superficie que la afectada en toda la comunidad de Galicia. La comparativa muestra la virulencia de unos incendios de nueva generación que generan una virulencia “nunca vista hasta ahora”.
El director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta, José Ángel Arranz, ha asegurado que “no hay más que levantar la mirada” para darse cuenta de que se trata de 7n fenómeno que está afectando tanto al resto de España -con grandes incendios activos a día de hoy como los de Aragón- pero que también están afectando a otros países como Italia. "No hay más que ver lo que está sucediendo en California y con toda Europa con la sequía y las olas de calor más fuertes de la historia":
Arranz ha defendido la actuación de los medios de la Junta que han logrado sofocar no solo estos grandes incendios, sino las más 700 intervenciones que se han efectuado desde el inicio de la campaña de prevención y extinción de incendios.
Pese a las críticas, Arranz asegura que "se hicieron las cosas perfectamente" y mantiene que hay que ser conscientes de la complejidad de un escenario marcado por una "sequía acumulada" y que se suma a la situación de los embalses. Así ha respondido a la pregunta sobre el malestar generado entre la población y que ha derivado en la petición de numerosas dimisiones en el seno de la Junta y, en concreto, de la consejería de Medio Ambiente.
Arranz ha añadido que hay que ser consciente de que incendios con más de once focos activos, con vientos de más de 70 km/h y con un comportamiento y avance superior a las 1.3000 hectáreas a la hora, supone una virulencia "nunca vista hasta la fecha".
Ante esta situación, el operativo "consiguió que los daños se minimizaran a lo que fue, que fue mucho, pero que pudo ser mayor", precisa Arranz que asegura que es una opinión compartida por el resto de profesionales y expertos de la Junta.