viernes. 29.03.2024
Imagen de archivo del incendio de Losacio
fuego losacio (6)

Que trabajaran y no escurrieran el bulto, ni la responsabilidad. 

Entre tanto ganaderos y agricultores hacían lo que debían, defender lo que les da de comer o les daba, ahora morirán las ayudas en despachos y estamentos pudiendo haber evitado el desastre que lleva a Zamora a perder cerca de 70.000 hectáreas de terreno en menos de un  mes. 

En decenas de situaciones hemos estado con ellos, con remolques cargados de depósitos llenos de agua de sus mismos pozos y balsas. Con cubas llenas de agua, con mangueras y bombas de achique listas para sacar agua y recargar sus depósitos salvadores. 

Hemos visto tractores con arados, vertederas y rotavators arrancando cultivos para evitar que el fuego llegará más allá, más cerca de pueblos y explotaciones, de casas y granjas, de naves y rediles. 

La llamada a fuego antes se hacia a toque de campana y allí en la puerta de la iglesia, todos contra el fuego. En los pueblos se sabe que los bomberos tardan, que están lejos y muchas veces llegan al " humo de las velas ", y no porque ellos quieran sino porque la lejanía en los parques tiene un verdadero problema que se llama tiempo, y contra el fuego, el tiempo es oro, el oro de vida que se lleva entre los dos incendios de la Culebra miles de vidas que producen oxígeno, animales y plantas que cohabitan con los que de forma negligente juegan a un juego que nunca sale bien.

Por eso los agricultores y ganaderos, siempre tienen preparadas sus herramientas y son los que mejor prevén casos como los que estos días ahogan a las administraciones que no ven más allá de 4 años más de sillón. 

Huertos, cultivos, naves, almacenes de paja y grano, casas y edificios se han perdido por el fuego, lugares a los que no llegan con escaleras en altura los bomberos porque no las tienen, al menos en la provincia de Zamora, a los que no llegan porque los parques siguen lejos para los ciudadanos de segunda, si, de segunda que sólo son de primera a la hora de los votos. 

Veredas que saben, caminos que conocen a la perfección y que gracias a su profesión han dado a las brigadas la pauta para ataques a las llamas de forma contundente. Ellos son los verdaderos héroes del sofocar de forma directa. La administración en este caso de velar por los pueblos es la Diputación y su Consorcio de Bomberos, que fueron activados tarde aún a sabiendas que muchos de los bomberos se ofrecieron horas antes sabiendo lo que les llegaba.

No vale la ingeniería muchas veces, sino el ingenio y ser de pueblo y a mucha honra.

Agricultores y ganaderos de Zamora los héroes apaga fuegos del Inextinguible de la JCYL