48 horas de una guerra sin precedentes en el seno del Partido Popular. Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado rivalizaron en las ondas de Cadena Cope el pasado viernes, para explicar su posición con respecto al cisma producido en el partido. Un enfrentamiento que, a cada hora que pasa, se recrudece de sobre manera, hasta limites insospechados.
No hay tregua en el PP. Un combate que surgió tras el descubrimiento de un intento de espionaje del entorno de Díaz Ayuso a cuenta de la concesión de un contrato para comprar mascarillas, que ha polarizado el partido, recrudeciendo la batalla, donde no gana ninguno, perdiendo los dos.
Por esta misma razón, los dirigentes regionales del Partido Popular se han activado en busca de una solución a la crisis entre Casado y Díaz Ayuso, teniendo como cabeza visible a Alberto Núñez Feijoo en una suerte de portavoz de sus quejas. Unas quejas que tienen un denominador común, la petición de cese al secretario general de la organización, Teodoro García Egea o en el extremo, convocar un nuevo congreso. Corren tiempos difíciles en las filas populares.