El séptimo encierro de San Fermín, protagonizado por los toros de la ganadería de Jandilla, se ha saldado con tres personas trasladadas al Hospital Universitario de Navarra, una de ellas por asta de toro en la peligrosa curva de Mercaderes. La tradicional carrera, conocida por la velocidad de los Jandilla, se ha completado en un tiempo de 2 minutos y 20 segundos, demostrando una vez más la fiereza y rapidez de estos animales, aunque sin batir récords anteriores.
Afluencia de corredores y pavimento Mojado: Una combinación peligrosa
La jornada de hoy ha destacado por la notable afluencia de corredores en las estrechas calles de Pamplona, aumentando el riesgo y la dificultad del encierro. Las montoneras han sido una constante durante el recorrido, añadiendo un elemento de peligro adicional para los valientes que se enfrentaron a los toros. Sin embargo, también se han visto impresionantes carreras, donde los mozos han demostrado su habilidad y coraje al correr delante de los astados.
El pavimento mojado, resultado de la lluvia nocturna, ha añadido un desafío adicional a la carrera. Las condiciones resbaladizas no han impedido que muchos corredores se lanzaran a las calles, aunque sí han incrementado el riesgo de caídas y resbalones. A pesar de estas adversidades, los Jandilla han mantenido un ritmo constante y rápido, completando el recorrido en poco más de dos minutos.
Heridos y Atenciones Médicas
De los tres trasladados al Hospital de Navarra, uno ha sufrido una cornada en la curva de Mercaderes, una de las zonas más peligrosas del encierro debido a su pronunciada inclinación y estrechez. Las otras dos personas han resultado heridas por diversas contusiones y caídas durante la carrera. Las asistencias médicas han actuado con rapidez y eficiencia, proporcionando los primeros auxilios necesarios antes de los traslados hospitalarios. El herido por asta de toro está estable y tiene una herida provocada por el cuerno del astado en la axila izquierda.
El séptimo encierro de San Fermín ha sido, una vez más, un espectáculo de valentía y tradición, con la ganadería de Jandilla protagonizando una carrera rápida y peligrosa. La combinación de un mayor número de corredores y el pavimento mojado ha añadido emoción y riesgo a esta emblemática celebración. Mientras los heridos se recuperan en el hospital, Pamplona se prepara para los próximos encierros, en una fiesta que sigue atrayendo a miles de participantes y espectadores de todo el mundo.
