La vuelta al trabajo, a las aulas y a la rutina en general viene acompañada de una escalada en los precios a la que los carburantes no son ajenos. Los últimos datos anotan dos meses de subidas que llevan a que el gasóleo se haya disparado casi un 12% frente al 7,4% de subidas de la gasolina.
Unos precios con los que acudir a llenar el depósito de un turismo puede dispararse hasta 10 euros más sólo en comparación con el arranque de las vacaciones, una subida que en el caso de los vehículos de gasolina se sitúa en los siete euros de incrementos. A día de hoy, llenar un depósito de 55 litros supone un desembolso de 88,66 euros para los turismos diésel y de hasta 94,66 euros en el caso de los gasolina.
Según los precios de venta al público en más de 11.400 estaciones de servicio en España entre el 22 y el 28 de agosto actualizados por el Boletín Petrolero de la Unión Europa (UE), el litro de gasolina de 95 cerraba el mes de agosto con un precio medio de 1,721 euros, el nivel más alto desde noviembre de 2022, mientras el diésel se vende a 1,612 euros, el precio más caro desde el mes de febrero.
En lo que va de año el precio de la gasolina ha subido cerca de un 25% (24,4% con respecto a la primera semana de enero), mientras que el gasóleo es un 10,4% más caro que entonces. Todo ello en medio de un contexto europeo similar y en el que España se mantiene una semana más por debajo de la media establecida en el conjunto de los veintisiete de la Unión Europa.
Todo ello en medio del último gran fin de semana de desplazamientos enmarcados dentro de la operación retorno para el que la Dirección General de Tráfico (DGT) prevé un total de 6,8 millones de viajes.