En la mayoría de los hogares, el ibuprofeno y el paracetamol son medicamentos básicos que se encuentran en cualquier botiquín de primeros auxilios. Sin embargo, recientes alarmas han surgido en torno al uso del ibuprofeno, generando preocupaciones entre la comunidad médica y los consumidores.
El ibuprofeno, un antiinflamatorio no esteroide utilizado comúnmente para aliviar el dolor y reducir la inflamación, está contraindicado en ciertos grupos de pacientes, incluyendo aquellos con enfermedad renal o hepática grave, insuficiencia cardíaca grave y antecedentes de hemorragia intestinal.
La Agencia Francesa del Medicamento ha lanzado una advertencia sobre un aumento significativo en los casos de efectos adversos graves asociados con el ibuprofeno, lo que ha llevado al país a prohibir la publicidad de este medicamento. Esta medida ha generado preocupaciones adicionales, llevando a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a urgir a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) a investigar esta tendencia preocupante.
La OCU ha recordado a la población sobre los efectos adversos conocidos del ibuprofeno, que incluyen el aumento de la presión arterial, posibles hemorragias gastrointestinales y un mayor riesgo de infarto o ictus, especialmente cuando se toma en dosis elevadas (2.400 mg/día). Estos efectos son especialmente peligrosos en personas de edad avanzada o con condiciones de salud preexistentes.