Kiev ha vivido una noche de bombardeos y alarmas antiaéreas tras la entrada del ejército ruso que ya combate en las calles del corazón de Ucrania, si bien la mayor parte de las acciones se están concentrando en el noroeste y suroeste de la capital. El conflicto y la situación real de Kiev está marcado en este momento por la confusión y el caos ante los mensajes contradictorios de las diferentes partes y con el mensaje del presidente de Ucrania, que ha negado que vaya a capitular y ha asegurado que el ejército continuará enfrentando a las tropas rusas.
Según informa el diario, "The Washington Post", representantes habrían de EEUU harían aconsejado a Zelensky sobre los lugares más seguros en los que podría refugiarse para asegurar así la continuidad del Gobierno de Ucrania. Todo ante la llamada de Putin al ejército ucraniano a dar un golpe de Estado para hacerse con el poder, si bien también mantiene que sigue abierta la puerta para negociar un fin de las hostilidades.
La realidad más cruda se vive en estos momentos en la capital y en las calles de gran parte del país. Sólo en Kiev los ataques nocturnos han dejado al menos 35 heridos con proyectiles que han impactado de lleno en algunos edificios civiles, como es el caso de un bloque residencial. En total el parte realizado por el ministerio de Sanidad de Ucrania habla ya de 198 muertos como resultado de los combates iniciados el pasado jueves.
Un parte de la alcaldía de Kiev recomienda a los habitantes de la ciudad que no salgan a la calle,, permanezcan en todo momento resguardados y que no se asomen a ventanas o balcones.
Los países continúan sacando a su personal diplomático de Ucrania -el último en tomar esta decisión ha sido Israel- en medido de unos duros paquetes de sanciones a Rusia por parte tanto de EEUU como de la Unión Europea, algo que no parece detener por el momento a Vladimir Putin. De hecho, los expertos consideran que el líder ruso ya daba por descontado esta serie de movimientos y que el paquete de sanciones -que también se extiende al primer ministro del país- no afectará de momento a la economía rusa, teniendo en cuenta que solo la subida del precio del petróleo ya le ha supuesto "un colchón de más de 700.000 millones de dólares". Recordemos que Rusia es, junto a Arabia Saudí, uno de los principales exportadores de petróleo del mundo.
Mientras se siguen sucediendo los mensajes de condena. El primer ministro británico, Boris Johnson, ha enviado un mensaje dirigido al pueblo de Rusia asegurando que es consciente de que esta guerra no se hace en su nombre al tiempo que ha pronunciado en ucraniano "Gloria a Ucrania". Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha advertido determinación a sus conciudadanos antes las largas consecuencias de una guerra que durará y se prolongará y asegura que el Ejecutivo ya está preparando un plan de contingencia para paliar las posibles consecuencias económicas derivadas de este conflicto.
