El portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, ha anunciado su dimisión este jueves, abandonando su escaño y la política tras varios años de protagonismo en la vida pública. Esta decisión llega en un contexto marcado por acusaciones anónimas en redes sociales que lo vinculan con comportamientos hacia mujeres que contradicen las ideas feministas que su formación defiende. Aunque Errejón no menciona directamente estas acusaciones, su renuncia ha sido interpretada como una respuesta a la creciente presión interna dentro de la coalición.
En una carta dirigida a la militancia, publicada en sus redes sociales, Errejón expone la contradicción entre su vida personal y el personaje público que ha construido en los últimos años. "He llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona", escribe, aludiendo a las tensiones entre los valores que defiende en el ámbito político y sus vivencias personales.
Las acusaciones surgieron de publicaciones anónimas que describen a un conocido político madrileño como un “maltratador psicológico” en su trato con las mujeres, sin mencionar a Errejón explícitamente. Sin embargo, estas insinuaciones generaron presiones dentro de Sumar, donde se le relacionó con los señalamientos, desembocando en su dimisión pocas horas después de su publicación.
A lo largo de su misiva, Errejón reconoce el desgaste emocional y psicológico que ha experimentado a lo largo de su carrera. Tras más de una década en la primera línea política, el dirigente ha señalado cómo el ritmo frenético y la exposición pública le han pasado factura, afectando tanto su salud física como mental. "El ritmo y el modo de vida en la primera línea política [...] ha desgastado mi salud física, a mi salud mental y a mi estructura afectiva y emocional", reconoce.
Además, Errejón apunta a ciertos comportamientos "emancipados de los cuidados y la empatía", que asocia al patriarcado y que, según admite, se han visto reforzados por su trayectoria en la política. “En la primera línea política y mediática [...] se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros”, explica, refiriéndose a la subjetividad tóxica que puede surgir en esos espacios, sobre todo en el caso de los hombres.
El exdirigente también admite haber estado recibiendo ayuda psicológica para corregir esos comportamientos y señala que una de las razones para su dimisión es la necesidad de centrarse en su bienestar personal. “Para cuidarme, necesito abandonar la política institucional, sus exigencias y sus ritmos”, concluye.
Errejón deja así un recorrido que comenzó en 2016 como diputado de Podemos, formación que ayudó a fundar, y que continuó tras su ruptura con el partido con la creación de Más País. Desde el pasado año, ocupaba el puesto de portavoz de Sumar en el Congreso, bajo el liderazgo de Yolanda Díaz, desempeñando un papel central en la coalición que agrupa a la izquierda.