El director general de Sanidad, Jérôme Salomon, ha asegurado que el fin de la obligación de llevar mascarilla en exteriores en el vecino galo llegará el próximo 1 de julio, si los datos siguen acompañando y "si las cosas van bien".
Así consta en el plan de desescalada del Gobierno francés cuya próxima fase llegará el próximo 30 de junio, por lo que sus ciudadanos podrían liberarse de las mascarilla en espacios abiertos, apenas una semana después de recibir la llegada oficial del verano. Su uso seguirá siendo obligatorio en espacios cerrados al considerar que "hay muchos más riesgos" de contagio.
"Si las cosas van bien, levantaremos un cierto número de restricciones el 30 de junio", ha precisado el director en una entrevista radiofónica en la que ha apostado sin embargo por mantener un mínimo de precauciones para seguir manteniendo a raya al virus, como asegurar las debidas distancias o lavarse con frecuencia las manos.
La evolución epidemiológica en Francia invita al optimismo tras registrar menos de 5.000 casos diarios este fin de semana y en un momento en el que más de 30 millones de personas ya han sido vacunadas con al menos una de las dosis.
