Un estudio determina que el COVID-19 no afecta igual a todos los ciudadanos, que lo hace en función del género y de la edad. De hecho, la mayoría de los efectos secundarios más graves lo han padecido las mujeres.
Un estudio del King's College de Londres publicado en la revista científica 'The Lancet' lo acaba de certificar. La investigación se ha basado en los síntomas que los propios enfermos notificaron al principio de la enfermedad a través de la aplicación Zoe Symptom Tracker, informa LaSexta.
Las conclusiones demuestran que los más jóvenes (de entre 16 a 39 años) experimentan la pérdida del olfato o la dificultad de respirar, mientras que los mayores de ochenta años son más propensos a dolores de garganta, de pecho o escalofríos.
Las mujeres tienen más probabilidades de perder el olfato, sufrir dolores en el pecho o tos persistente y los hombres tienen mayor propensión a tener dificultades respiratorias, fatiga o fiebre en los primeros tres días.
Los síntomas que más definen que una persona está contagiada, según el estudio, son la pérdida del olfato, el dolor en el pecho, la tos persistente, el dolor abdominal, ampollas en los pies, dolor en los ojos y dolor muscular inusual. Pero para grupos mayores, por ejemplo, la diarrea fue clave a la hora de detectarlo.