Recuerda que el girasol aprovecha los nitratos procedentes de abonados de cereales que de otro modo acabaría en los acuíferos, lo que lo convierte en un cultivo ideal para los eco-regímenes establecidos en la PAC
La Asociación Española del Girasol (AEG) defiende que el cultivo del girasol es uno de más sostenibles de la agricultura española, como lo demuestran diversos estudios, entre ellos, los dirigidos por el doctor ingeniero agrónomo y catedrático emérito de la Unidad de Excelencia María de Maeztu-Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba (DAUCO) Luis López Bellido.
El presidente de la AEG, Juan Fernández, recuerda que la Política Agraria Común (PAC) se autodefine como “una política orientada a la consecución de resultadas concretos vinculados a los objetivos basados en los tres pilares de la sostenibilidad (sic)”. Así, el plan estratégico de la PAC tiene como objetivo el desarrollo sostenible de la agricultura y contiene medidas para alcanzar los objetivos del Pacto Verde Europeo como la Condicionalidad, que es su respuesta a la sensibilidad de la sociedad hacia el mantenimiento de nuestros recursos naturales y productivos.
“La Condicionalidad es un nivel de compromiso medioambiental mínimo y climático de carácter obligatorio en lo que denominan buenas prácticas agrarias y medioambientales pero lo más interesante de la PAC en este ámbito son los eco-regímenes, que remunerarán a las explotaciones que lleven a cabo prácticas agrícolas o ganaderas beneficiosas para el clima y el medio ambiente mediante compromisos anuales voluntarios”, indica Fernández.
Entre los eco-regímenes, “destacaría el de la rotación de cultivos con especies mejorantes (P3) que debe ser al menos del 10%, y de este, la mitad (5%) con especies leguminosas por aquello de que fijan nitrógeno con la simbiosis radicular con la bacteria Rhizobium”.
En este sentido, el presidente de la AEG explica que "junto con el 5% obligatorio de leguminosas, debe destacarse el gran valor del girasol como cultivo mejorante en los eco-regímenes de la PAC, debido a que posee un sistema radicular muy profundo y extracta nutrientes que se escapan de las raíces de los cereales. En concreto el girasol aprovecha los nitratos procedentes de abonados de cereales que de otro modo acabaría en los acuíferos”.
Por otra parte,Fernández, considera que la planta de girasol es una de las más activas extrayendo potasio de los suelos pero el 95% del potasio que extracta lo devuelve al suelo con los restos del cultivo”, señala y recuerda que “las cañas de girasol son tan ricas en potasio que, en la Rusia del siglo XIX, se producía potasa recogiendo y quemando estas cañas”.
“Nuestros suelos arcillosos son ricos en potasio pero solo una pequeña fracción está disponible para la nutrición de las plantas. La aportación de potasio que hace el girasol es en forma de materia orgánica por lo que aumenta la disponibilidad de este nutriente esencial tras un cultivo de girasol”, remarca Juan Fernández.