En uno de los momentos más difíciles y turbulentos que ha vivido el PSOE en los últimos años, el secretario general del partido y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asumido el papel de “capitán” decidido a capear el temporal, pese a confesar que lleva “el corazón tocado”. En un discurso ante más de 300 miembros del Comité Federal celebrado en Ferraz, Sánchez pidió perdón por haber confiado en personas que “no lo merecían” y prometió que el PSOE derrotará la corrupción, tanto interna como externa.
La intervención de Sánchez se produjo en medio de una grave crisis provocada por escándalos que han salpicado a sus dos últimos secretarios de Organización, con el más reciente, Santos Cerdán, entrando en prisión esta misma semana acusado de organización criminal, cohecho y tráfico de influencias. El líder socialista admitió la “gran traición” sufrida, sin mencionar directamente a Cerdán ni a José Luis Ábalos, también implicado en investigaciones de corrupción.
“Vosotros me elegisteis como capitán de este barco y el capitán no se desentiende cuando viene mala mar, se queda a capear el temporal, a salvar el mundo y a ganar”, afirmó Sánchez ante aplausos de la mayoría de los asistentes, aunque con notables ausencias de apoyo como la del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
El presidente del Gobierno también tuvo que afrontar la polémica desatada por las acusaciones de “comportamientos inadecuados” contra Francisco Salazar, el secretario de Organización adjunto elegido por Sánchez, quien finalmente renunció a sus cargos tras estas denuncias. Sin citarlo expresamente, Sánchez hizo un llamamiento a las “compañeras” para que utilicen el canal anónimo de denuncias del partido en caso de “potenciales casos de agresión sexual”, asegurando que serán protegidas.
Frente a la crisis, Sánchez anunció un paquete de 13 medidas para combatir la corrupción dentro del PSOE, organizadas en torno a tres ejes principales: reforzar el equilibrio de poderes internos, aumentar la transparencia y fortalecer la comisión federal de Ética y Garantías. “Sé que algunas reformas pueden parecer técnicas o burocráticas, pero invito a la militancia a analizarlas en detalle, porque posicionan al PSOE como el partido más avanzado en esta materia”, subrayó.
Sánchez defendió que, a pesar de los escándalos, el PSOE sigue siendo el “mayor garante del Estado de bienestar” y se diferenció de la derecha y la ultraderecha, así como de “los corruptos que han manchado nuestras siglas”. “Este partido está hecho de gente honrada, buena y trabajadora que jamás metería la mano en la caja”, concluyó.