La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha lanzado una advertencia a las autoridades, exigiendo una acción decidida para evitar que la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) cause estragos similares a los del año pasado en el sector ganadero, especialmente en la región norte de España.
El año pasado, la EHE provocó la muerte de alrededor de 15,000 animales en todo el país, con pérdidas económicas que superaron los 55 millones de euros. En comunidades autónomas como Castilla y León, donde se incluye Zamora, los efectos fueron particularmente devastadores.
Actualmente, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha notificado focos de la enfermedad en 70 comarcas, concentrándose principalmente en el norte peninsular, donde la alerta es creciente. La organización agraria ha señalado que en las zonas donde la enfermedad ya golpeó el año pasado, como en el caso de Zamora, el ganado parece haber desarrollado cierta inmunidad. Sin embargo, en áreas que comenzaron a registrar casos hacia el final del año pasado, el riesgo de un impacto severo sigue siendo alto.
La Unión de Uniones insta a las administraciones a tomar medidas inmediatas, como la implementación de programas de información sobre la vacunación para el sector ganadero y la subvención del costo de las vacunas. Estas acciones son cruciales para evitar nuevas muertes y mitigar el impacto en el ganado que aún no ha sido expuesto a la enfermedad.
Los ganaderos de Zamora, junto con otros de Castilla y León, han expresado su preocupación no solo por la EHE, sino también por otras enfermedades como la lengua azul, que sigue afectando al ganado y cuyas vacunas están generando efectos secundarios indeseados. "No podemos seguir así. El debilitamiento del ganado lo deja vulnerable ante nuevas amenazas," señalan desde la organización agraria.
La Unión de Uniones reitera la necesidad de un mayor compromiso por parte de las autoridades en la protección de la sanidad animal, subrayando la importancia del sector ganadero en la economía rural y en las exportaciones agroalimentarias de la región. La prevención y el control de estas enfermedades no solo salvaguardan la salud del ganado, sino también la estabilidad económica de regiones como Zamora, que dependen en gran medida de la actividad agropecuaria.