Un avance científico podría cambiar el panorama de la salud mundial. Investigadores del Instituto de la Grasa han revelado que el ácido oleanólico, presente en cantidades extraordinarias en las hojas del olivo, podría ser la clave para combatir tanto la diabetes como el Alzheimer.
El ácido oleanólico, que se encuentra en el aceite de orujo de oliva, muestra un potencial sin precedentes en la lucha contra estas enfermedades debilitantes. Con un asombroso contenido de hasta un 3,5% en materia seca de las hojas de olivo, este compuesto no solo ayuda a proteger al árbol del olivo contra los ataques de microorganismos, sino que también puede tener efectos beneficiosos para la salud humana.
En un ensayo clínico pionero, pacientes con diabetes tipo 2 recibirán aceite de oliva enriquecido con ácido oleanólico durante un año. El objetivo es reducir la dependencia de tratamientos farmacológicos, aprovechando los beneficios de una dieta rica en este compuesto natural.
Los resultados preliminares son prometedores, especialmente a la luz del Estudio Prediabole de 2019, que demostró que el consumo de aceite de oliva rico en oleanólico redujo en un 45% la probabilidad de desarrollar diabetes en personas prediabéticas después de tres años de ingesta.
Sin embargo, el alto costo del ácido oleanólico manufacturado en laboratorio ha planteado preocupaciones sobre su accesibilidad. Con un precio de mercado de 1,5 millones de euros por kilo, es veinticinco veces más caro que el oro. Afortunadamente, el Instituto de la Grasa ha patentado un método para obtener este compuesto de alta pureza de las hojas del olivo, lo que podría hacerlo más accesible en el futuro.
Además de su potencial en el tratamiento de la diabetes, el ácido oleanólico también podría ser un aliado en la lucha contra el Alzheimer. Se espera que los compuestos bioactivos del aceite de orujo de oliva puedan prevenir o ralentizar esta enfermedad neurodegenerativa, reduciendo la inflamación en el cerebro.
Con pruebas aún pendientes en humanos, este descubrimiento plantea un emocionante futuro en la medicina, donde el olivo no solo nos nutre, sino que también puede ser nuestra arma secreta contra enfermedades debilitantes. Cada gota de aceite de oliva podría contener un tesoro de salud y bienestar.