Las frutas más frescas del verano, sabor, salud y energía para los días de calor

Las frutas del verano no solo destacan por su alto contenido en agua, sino también por su riqueza en vitaminas, minerales y antioxidantes, fundamentales para mantenernos activos, protegernos del sol y reforzar nuestro sistema inmunológico
Variedad de frutas Archivo
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Con la llegada del verano, el calor aprieta y el cuerpo pide hidratación, frescura y alimentos ligeros. Las frutas de temporada se convierten en las grandes aliadas para combatir las altas temperaturas, mantener una alimentación equilibrada y disfrutar de todo el sabor que ofrece la huerta en los meses más calurosos del año.

Las frutas del verano no solo destacan por su alto contenido en agua, sino también por su riqueza en vitaminas, minerales y antioxidantes, fundamentales para mantenernos activos, protegernos del sol y reforzar nuestro sistema inmunológico.

Entre las frutas más frescas y consumidas del verano destacan:

Sandía: con un 92% de agua, es una de las frutas más hidratantes. Baja en calorías, refrescante y dulce, es ideal como tentempié o postre en cualquier momento del día. También es rica en licopeno, un antioxidante beneficioso para la piel.

Melón: otra fruta estrella del verano. Aporta vitamina C, potasio y agua en grandes cantidades. Su sabor suave lo hace perfecto para combinar con jamón o en ensaladas.

Melocotón y nectarina: dulces, jugosos y muy aromáticos, aportan carotenos, vitamina A y fibra. Son buenos aliados para la vista, la piel y la digestión.

Albaricoque: pequeño pero potente. Fuente de betacarotenos, es ideal para cuidar la piel y prevenir la deshidratación celular.

Cerezas: antioxidantes y diuréticas, ayudan a eliminar toxinas y reducen la inflamación. Son perfectas para quienes buscan una fruta saciante y saludable.

Higos y brevas: ricos en calcio, fibra y antioxidantes. Su sabor intenso y textura carnosa los convierte en una delicia de temporada.

Frambuesas, moras y arándanos: estas frutas del bosque, aunque menos abundantes en algunas regiones, son un auténtico cóctel de antioxidantes, ideales para mantener a raya el envejecimiento celular y proteger el corazón.

Incluir estas frutas en la dieta diaria no solo aporta sabor, sino también salud. Pueden tomarse solas, en ensaladas, smoothies, helados caseros o incluso en platos salados. Al ser productos de temporada, su consumo también favorece la sostenibilidad, impulsa la economía local y garantiza una mayor frescura y calidad.

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