El gobierno de Noruega ha decidido aumentar a 15 años la edad mínima para que los menores puedan utilizar redes sociales, como parte de una medida pionera destinada a proteger a los jóvenes de los efectos negativos del uso intensivo de plataformas digitales. Según anunció el primer ministro Jonas Gahr Støre, la iniciativa pretende enfrentar las consecuencias del "poder de los algoritmos" que, según las autoridades, impactan directamente en el desarrollo cognitivo de los niños.
“Será una batalla cuesta arriba”, reconoció Støre, pero insistió en que los políticos tienen la obligación de intervenir para garantizar un entorno seguro para los menores. Para el líder laborista, las empresas tecnológicas han creado entornos que pueden llevar a los usuarios, especialmente los más jóvenes, a conductas unilaterales y a una sobreexposición digital poco saludable.
La preocupación del gobierno no es infundada. Aunque Noruega ya cuenta con una edad mínima de 13 años para el acceso a redes sociales, estudios recientes muestran que el 50% de los niños de tan solo 9 años ya están utilizando estas plataformas, cifra que se eleva al 72% para los niños de 11 años. A pesar de las restricciones legales, la facilidad con la que los menores pueden sortear los controles ha llevado a las autoridades a intensificar sus esfuerzos en esta área.
El nuevo límite de edad es solo una parte de una estrategia más amplia. Además de aumentar la edad mínima, las autoridades noruegas están trabajando en herramientas para mejorar la verificación de edad y en medidas que aseguren un manejo adecuado de los datos de los adolescentes. También se está promoviendo el desarrollo de iniciativas que ayuden a los padres a supervisar de manera más efectiva la actividad de sus hijos en línea.
Noruega no es el único país que está tomando medidas en este ámbito. Australia está evaluando imponer prohibiciones similares, debatiendo una edad mínima entre 14 y 16 años para el uso de redes sociales y plataformas digitales. Aunque la legislación aún está en discusión, el país oceánico comparte la preocupación por los efectos del uso precoz de estas plataformas.
Por su parte, Francia ha adoptado una medida diferente: está probando la prohibición de los teléfonos móviles en las escuelas para estudiantes de hasta 15 años. Si el proyecto piloto resulta exitoso, la prohibición podría implementarse a nivel nacional en enero de 2025.
