
La Semana Santa es así: se siente o no se siente. Y en el caso de la Pasión zamorana, su influencia se nota desde la cuna. Desde los más tiernos infantes con apenas meses de vida luciendo sus primeros hábitos y capas a golpe de chupete y capirote, son cientos los niños zamoranos que comienzan a desfilar con un fervor creciente fruto de la devoción familiar y de una ciudad orgullosa de su fiesta declarada de Interés Turístico Internacional.
Son miles las fotografías e imágenes de menores que captan la atención de una nueva generación que también aporta su propia visión de esta fiesta religiosa. Porque, pese a su corta edad, ya comienzan a alzar su mirada ante las tallas que procesionan a su lado. Imágenes y grupos escultóricos que dan nombre a nuestra Semana Santa.
Y es precisamente lo que dos hermanos zamoranos han querido plasmar para dar un toque personal a los tradicionales regalos de almendras garrapiñadas que los cofrades suelen realizar durante las procesiones. Un gesto que ha conquistado entre el público.
Celia y Diego Carpizo Gonzalo son los dos hermanos que dibujaron con esmero estas pequeñas estampas con imágenes de la Virgen de la Soledad, el Merlú o el 'Cinco de Copas', así como de los cofrades de la Hermandad de la Santa Vera Cruz. Reproducciones que realizaron por decenas para, posteriormente, rellenarlas con las almendras garrapiñadas y que irían obsequiando desde las filas de hermanos a familiares y amigos.
Un gesto para el recuerdo y que más de uno ha decidido conservar. Los dibujos de la Semana Santa 2023 a través de los ojos de dos semanasanteros de corazón.
