Su ubicación frente a la Biblioteca Pública del Estado y el Parador de Turismo en el entorno de la Plaza de Viriato, lo convierten en uno de los puntos turísticos por excelencia de Zamora. Es el mejor observatorio para apreciar en toda su dimensión las riberas del Duero, el Puente de Piedra y la Puebla del Valle.
Pero también es una "azotea" desde la que se divisa la basura que lanzan desde esa altura los que se acercan al Mirador. Latas de bebidas, pañuelos de papel o bolsas de plástico acaban acumulándose en los rincones de la muralla, unos residuos que "tapa" la maleza, pero que son visibles desde el mirador y cuando se pasea por el entorno del Museo Provincial de Zamora.
Algunos vecinos del casco antiguo muestran su malestar por este comportamiento incívico, pero también "vergüenza" cuando familia y amigos visitan la ciudad y en su recorrido se encuentran con este "basurero". Por ello, reclaman al Ayuntamiento de Zamora que intensifique la limpieza en la zona y amplíe la vigilancia.
Además, creen que el Consistorio debería retirar las higueras que sobresalen de las piedras de la muralla, que no solo afean el entorno si no que deterioran la fortificación.
